Algunos de los personajes de mis historias y toda la trama detrás de ellos
Cada uno de los oc tiene su historia, siendo cada ficha de este libro una especie de one-shot introductorio a la vida de cada uno.
El apartado "Datos Lemon" únicamente es us...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
(Version sin censura disponible. Pedir al dm)
Edad: 30 años Estatura: 1.79 Personalidad: Coqueto, cariñoso, atento, algo cohibido, romántico, enérgico, persistente, pervertido, responsable, risueño Gustos: Admirar las flores, hablar con grupos grandes, tomar bellas fotografías, sentirse acompañado Disgustos: Hablar con extraños de forma individual, su "peculiaridad" genética, estar mucho tiempo solo
Ver a un zángano con un físico tan trabajado no es algo muy común. O bien, lo consiguen gracias a trabajo constante y medido a la perfección para no lastimarse, o con ejercicio normal de toda la vida, siendo ayudados por su genética híbrida qué lo hace más resistentes.
En el caso de este macho, la última opción es aquella que explica el porque de su físico, aunque también de una peculiaridad genética qué la misma hibridización causó en él, algo que a su opinión, es más una molestia que otra cosa.
Su infancia fue bastante común en realidad. Creció en una comunidad de abejas, en donde fue criado únicamente por su madre. Nunca supo quien fue su padre, pero al parecer, él la dejó un poco después de que se entero como ella estaba esperando un hijo, algo que le hizo las cosas un poco más complicadas para criar a su pequeño zángano, pero eso no la detuvo y le dio lo mejor que pudo.
Ella trabajaba en una colmena elaborando miel. Era un empleo bastante exigente, pero bien pagado, ya que ella era una abeja de pura sangre, y sabía todos los secretos qué su familia había yendo conservando con el tiempo para preparar miel de excelente calidad. Aunque este empleo hacia qué su pequeño zángano se quedara mucho tiempo solo.
Aquellos largos periodos donde no tenía la compañía de su madre en verdad le afectaban. La echaba mucho de menos, y la soledad qué sentía luego de llegar a su hogar después de la escuela era bastante notoria. Debía esperar hasta la tarde noche para volver a ver a su madre, aunque a veces ella estaba muy cansada para jugar con él, así que no le quedaba de otra más que entretenerse viendo la televisión o saliendo a la calle a ver si algún otro niño de la colonia quería jugar con él.
No era un niño descuidado o mal atendido, era solo que su madre no siempre era capaz de darle todo aquel cariño que el pequeño zángano necesitaba, ya que trataba de atender sola todas las responsabilidades que se debían dividir entre dos, pero la culpa no era de ella, pues su familia había cortado contacto con ella al enterarse de su situación, la cual les parecía muy vergonzosa y por ello no querían tener nada que ver.
Esta carencia afectiva hizo qué desarrollara ciertos aspectos en su personalidad qué, si bien no eran graves, afectaban un poco su vida, como el hecho de que siempre se ha sentido intimidado por la idea de hablar o estar cerca de furrys, aunque a un nivel individual. Para él, todo es más fácil cuando se trata de dirigirse o hacer algo frente a una multitud de individuos qué funcionan como un todo, pero en el caso de alguien por su cuenta, se le dificulta más, porque siente que se está por enfrentar a un mundo que puede ser muy distinto al qué él tiene en su cabeza.
