Edmund Aldridge 🦋📸🩲

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Edad: 28 añosEstatura: 1

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Edad: 28 años
Estatura: 1.81
Personalidad: Seguro, amigable, coqueto, extrovertido, juguetón, espontáneo, sensible, algo amanerado, cariñoso, desconfiado de los demás, atrevido, imaginativo
Gustos: La música, salir de fiesta, viajar, coleccionar llaveros, visitar a su familia, pasar tiempo junto a su hermana
Disgustos: Individuos interesados, que piensen que es un cabeza hueca, hacer sentir mal a su familia

De vuelta una vez más al mundo del modelaje, un mundo con distintas facetas y especialidades, y aunque parezca una tontería, el modelaje de ropa interior no es algo que cualquiera pueda hacer. No solamente hace falta confianza en uno mismo, también se requiere un buen físico, cierta osadía y también algo de falta de vergüenza para poder dar la talla en este negocio, y por supuesto, esta mariposa cumple con cada requisito.

Es curioso, pero en realidad él creció en una pequeña casa allá en el campo. Sus padres se dedicaban a cultivar y vender flores. Tenían grandes porciones del campo llena de bellas flores de diferentes formas y colores, las cuales eran el principal sustento de la familia, y también una gran fuente de entretenimiento para el pequeño papilonidae.

Siempre tuvo un gusto bastante grande por observar aquella lindas flores de muchos colores, dedicarse a olerlas y a veces, incluso llegaba a tomar algo de néctar de alguna, el cual también a veces era recolectado por sus padres para venderlo como un producto orgánico, lo cual representaba una parte importante de los ingresos de su casa.

Su familia que estaba conformada por él, su hermana mayor y sus padres. Ellos conseguían vivir bien con este pequeño negocio que tenía. Quizá no vivían rodeados de lujos, pero tenían lo suficiente, y a veces podían darse el lujo de salir de vacaciones a algún lado, algo que en lo personal le encantaba a él. Era asombroso poder salir a conocer sitios nuevos e impresionantes al lado de su familia, esa última parte era lo que hacía más especial todos los viajes que hacían.

Pará recordar esta clase de momentos, su padre tenía la costumbre de comprar algún llavero temático del lugar que fueron a visitar. Según decía él, le gustaba ver la colección que había formado para así hacer memoria de los buenos momentos que pasaba junto a su familia, algo que al principio le parecía algo cursi al pequeño, pero tiempo después él mismo adquirió aquella costumbre.

Salir de viaje era divertido, pero eso no quería decir que no la pasara bien en su hogar. Él y su hermana mayor siempre solían jugar juntos, al fin y al cabo solo se llevaban dos años, por ello se entendían bien y eran eran amigos inseparables, principalmente gracias a su imaginación.

En el campo no había mucho acceso a la Internet y la televisión satelital solamente pasaba ciertos programas que les interesaban a horas específicas, así que el resto del día, además de estudiar y ayudar en casa, ellos mismos se inventaban sus aventuras y sus propios juego. Pasaban horas divirtiéndose en mundos de fantasía que habían creado, donde ellos eran los héroes y escribían la historia.

Galería FurryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora