Ethan Ness 🐝🍯🥄

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Edad: 29 años Estatura: 1

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Edad: 29 años
Estatura: 1.79
Género: Masculino
Personalidad: Perseverante, tranquilo, trabajador, amigable, paciente, resiliente, valiente, directo, carismático, coqueto, caballeroso
Gustos: Preparar miel, sus costumbres de zángano, trabajar en la colmena, andar en ligero de ropa por su hogar
Disgustos: Ser menospreciado por ser un zángano, ser criticado por su apariencia de híbrido, que traten de robarle su pareja

La vida de los híbridos no siempre es del todo fácil. No solamente tienen que enfrentar el no sentirse de un lugar o del otro, también la discriminación es una cosa bastante común entre las especies que más tienen relacionadas su pureza de sangre con la cultura y las actividades que realizan, y eso se hace aún más notorio cuando su híbridación es tan obvia y notoria, algo que incluso desde el día de su nacimiento fue muy llamativo.

Su madre era una libélula y su padre un zángano. Este decidió buscar pareja fuera de su colmena debido al miedo y menosprecio que habia hacia los machos en la colmena durante ese tiempo, y así fue que terminó sentando cabeza con una linda libélula que le dio ese amor, cariño y respeto del que carecía en su hogar debido a su género, y de ese amor nació un pequeño híbrido entre libélula y abeja.

Conforme crecía, este mostraba cierta curiosidad por lo que su padre solía hacer antes de salir de la colmena, algo que en cierta forma incomodaba a su padre ya que hablar de su época en la colmena era difícil, pero aún así para que su hijo supiera el cuadro completo de lo que significaba pertenecer una colmena le terminó hablando de su experiencia.

Incluyó las experiencias buenas y malas. Habló de la forma en que ayudaba para hacer miel y como los zánganos eran una parte muy importante para esto e incluso para cuidar de las larvas y alimentarlas de vez en cuando, pero también le contó de la dura vida de los zánganos allí, como las abejas suelen hacerlos menos y la forma en que algunas incluso actúan de forma hostil con los híbridos.

Le contó la razón por la que dejó la colmena sin ningún rodeo, aunque para su sorpresa, esto no mermó los deseos de su hijo por querer saber de la labor de lo zánganos en las colmenas. Según sus palabras, al final del día eran una parte importante sin la que la colmena jamás serviría, así que si recibía malos tratos sentía que valdría la pena si podía hacer algo con su vida que en verdad llegará a importar.

Fue de esta forma que en lugar de seguir con sus estudios, cuando cumplió sus dieciocho años se mudó de casa de sus padres para poder finalmente entrar en la colmena, y comenzó con una vida de trabajo que pese a las dificultades lo llena de orgullo. Después de todo hacer miel es algo que por lo menos él tiene un deseo natural por realizar, y vivir de eso mismo es como un sueño hecho realidad para él.

Conforme los años iban se iba acostumbrando al ambiente de la colmena. Parecía que la cosa no era tan pesada como en la época de su padre, aunque todavía algunas viejas costumbres se encontraban arraigadas en la misma, como ese menosprecio a los híbridos de abeja, especialmente aquellos con diferencias tan marcadas como las de él.

Galería FurryWhere stories live. Discover now