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La pelirosa arribó muy cansada, se encontraba exhausta luego del viaje. Según le dijo su hermano, uno de la empresa estaría esperando por ella.

No mentiría, se encontraba totalmente asustada, un país nuevo, y ciudad desconocida. Caminó lentamente entre la multitud con sus dos valijas. Su mente volvió a las últimas palabras que escuchó de su padre antes de cerrar la puerta de su antigua casa.

- ¡Eso vete! - le gritó - ¡Pero ni creas que vas a volver cuando no logres cumplir tu estupido sueño!

Parpadeo varias veces cuando su propio nombre apareció a metros de ella en un cartel. Un hombre de apariencia simpática la miraba atentamente. Supuso que debería ser ella, era la única persona con el cabello rosado.

Sakura se acercó y le dio una inclinación

- Gracias por venir por mi - asintió y la condujo hasta el auto.

- Vamos a ir a la empresa, el director quiere hablar contigo y después si todo sale bien, te dará tu contrato de trainner - Sakura asintió mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.

El camino era un poco largo, miraba por la ventanilla cuando el hombre volvió a llamar su atención.

- Sabes, note que tu coreano es bastante fluido.

- Se debe a mi estudio, desde chica estudié idiomas, también hablo fluido Inglés, Francés y un poco de español.

- Tus padres deben ser personas bastantes estrictas. - Sakura desvió su vista hacia otro lado

- No en realidad, la mujer que me dio la vida desapareció luego de que yo naciera, y mi padre siempre me culpó por ello, nunca se interesó por mi educación - Lo miro y continuó- es gracias a uno de mis hermanos que hoy estoy aquí...

- Yo... lo siento, no sabía - Sakura le dio una sonrisa y volvió a mirar el camino. - Ya no queda mucho, solo 15 minutos más.

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Caminaba por los pasillos de la empresa siendo acompañada por aquel hombre, miraba todo con una emoción disimulada, la mayoría de las personas que se cruzaban la quedaban mirando unos minutos para luego seguir su camino. Cruzó mirada con un chico joven, quizás un año mayor que ella, él le regaló una sonrisa para luego seguir su rumbo.

Ya en la oficina, Sakura presentó dando una inclinación. Hablaron unos 15 minutos para que el director pudiera conocerla mejor haciéndole algunas preguntas personales. Tras ello la puerta fue abierta dejando ver a otro hombre.

- Tu debes ser Haruno Sakura, es un placer - La susodicha se levantó y le dio una inclinación.

- El placer es todo mío señor- Respondió.

- Sakura, nosotros vimos tu audición, tu voz es preciosa y por lo que me contaste, también sabes bailar. - La pelirosa asintió - Él evaluará eso haciéndote una pequeña prueba, si cree que tienes potencial, entonces firmarás el contrato para trainer ¿Ok? - Asintió y luego miró al otro hombre.

- Acompáñame a una de las salas de práctica por favor.

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Sakura bailó, cantó e incluso intentó rapear, aunque no era su fuerte, podía mejorar. El hombre la miró expectante, siguiendo cada uno de sus movimientos, cada detalle, y delicadeza en su baile, era tan fluido que lo dejo impresionado, luego le pidió que cantara algo y al escuchar  sus vocales, que aquella jovencita era un diamante y uno muy valioso, lo noto cuando la escucho en la grabación, pero al estar presente, y poder oírla, era un tema diferente. Sakura terminó de cantar y lo quedó mirando esperando las siguientes indicaciones. Su respiración era casi notoria, la siguió mirando unos momentos más.

Idol cerezo Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora