LXXV. the proub of love

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Mallory había comenzado a ver los pros de la vida marital, y es que con su esposo tomando unas vacaciones antes de su último año de escuela con sus amigos, su hijo con su verdadero padre, su suegra en alguna costa de Francia y su madre viviendo la vida al máximo festejando la aparente milagrosa recuperación de su enfermedad, ella tenía toda la libertad de hacer lo que quisiera.

Y después de haber tenido los últimos años de su adolescencia siendo algo parecido a un infierno, por fin comenzaba a vivir otra vez, por primera vez sin importarle su futuro porque ya no había, o su vida porque ella ya no existía, no importaba lo que hacía, ella tenía un esposo y ese simple hecho la volvía respetable.

No era la única que disfrutaba de ese privilegio, porque por primera vez pudo ver lo feliz que se podía ser teniendo un esposo pero a la vez estando sola. Las grandes casas se volvían por la noche, fiestas y clubs de otras mujeres, esposas que no habían podido al igual que ella cumplir todos sus sueños, y que por una noche podían ser las niñas que no les habían permitido ser.

Incluso la respetable Narcissa Malfoy que presumía un matrimonio por amor, pero que también quería un descanso de las obligaciones de esposa con las que se veía agobiada.

—Ser una esposa es más complicado que ser madre —rió la prima de su esposo mientras se tomaba de su brazo, dejando salir le olor a alcohol de su aliento—. Si quieres un descanso, contratas una niñera... pero con ellos, no puedes contratar una amante.

—No, ellos se la contratan solos —se burló la nueva señora Zabini que era apenas unos años más joven que Narcissa y ya iba por su sexto enviudamento.

Las tres se rieron ante el comentario, mientras Mallory se llevaba un cigarrillo a su boca entre risas, un olor peculiar, pero que con las risas lograban regresarla lo que ella llamaba "casa", apoyada en el brazo de su amado. Jamás se había imaginado siquiera unos meses atrás que ser casada podía ser tan superficialmente divertido, dejando de lado el vacío emocional que las bocanadas podía llenar por unas horas. Tampoco habría creído la buena relación que tendría con Bianca Zabini y Narcissa Malfoy, pero desde que Aludra había desaparecido de pronto, supuestamente yéndose a Francia  para preparar su boda más el claro muro que había puesto entre ambas, se setía totalmente sola. Y no quería tener de amigo cercano al hombre que cogía con su esposo formal.

—Tienes mucha suerte de que mi primo este de vacaciones por Alemania con Lucius, puedes disfrutar de tu soledad. Un año más también cuando él se vaya a Hogwarts. Hasta que bueno, hagan la ceremonia que la tía Walburga tanto ha estado posponiendo. 

—¿Cual es la necesidad? Todo el mundo mágico ya sabe que estamos casados, incluso que tenemos un hijo. ¿Es necesidad que vista de blanco? Todos saben ya que no soy virgen por obvias razones.

Volvieron a reír con furor, en especial porque todo era divertido cuando el polvo entraba por tu nariz, incluso las bromas más estúpidas.

—Yo me volvería a casar todos los años con tal de recordar el momento de ver a Lucius mientras camino al altar.

—Me case tantas veces que ya lo hago de memoria. Aunque tengo que decirlo... Blake es encantador, como ninguno otro de mis esposos. Puedo decir que... Me he encariñado con él.

—Es tu esposo —dijo como si fuera obvio el amor en el matrimonio Mallory.

—¿Tu estás enamorada de tu esposo?

La sonrisa en sus labios se fue desvaneciendo sin importarle demasiado a las dos mujeres a su lado.

Por un momento había olvidado que no estaba enamorada del hombre con el que compartiría su vida. No era algo que controlaba, claramente. Solo era algo que no podía sentir, aunque lo forzara, jamás sentiría la misma necesidad e intensidad que sentía por el hombre que amaba.

SEMPITERNAL # sirius blackWhere stories live. Discover now