SEMPITERNAL # sirius black

XX. （ dress and weding ）

Mallory se lanzó a la cama cuestionándose a si misma. Agradecía al cielo que no le hubieran obligado a ponerse un anillo, o al menos eso había sido hasta lo tuvo en el dedo y sintió como si es que lo hubiera estado esperando todo ese tiempo sin siquiera saberlo, escondido entre su orgullo. Miró a la joya entre su dedo para quitarselo, mirando a través de este, logrando ver algo escrito adentro, cuando lo acercó logró leerlo; toujours a vous, "siempre tuyo". Solo rió ¿que estaba pretendiendo ese gran imbécil? ¿Que le diera una patada o que lo besara?

Volvió a colocarse el anillo en su mano intentando ignorarlo todo y concentrarse en dormir. Aludra seguía muy emocionada debido a su cumpleaños y Dorcas siempre tenía energía al igual que Marie, pero en ese momento ella creía que su única escapatoria ante el sobre pensamiento era dormir profundamente y así olvidar todas esas preguntas que no podía hacer.

A la mañana siguiente, se despertó tras un fuerte golpe en su cama, al despertar   casi juró haber visto a Sirius cuando abrió más los ojos para ver a Aludra junto a Marie y Salvatore con una sonrisa mirándola de manera algo perturbadora debía de admitirlo. Miró lo que habían lanzado al lado de su cama para ver un montón de revistas de vestidos y más cosas, no pudo evitar emocionarse.

 —Oh por Dios, ¿es la colección de ahora?  —preguntó la pelirroja.

 —¿Así te ves cuando te levantas?  —preguntó alguien atrás de ellos, era Regulus — Vaya envidia  —se lanzó en la cama de su hermana mientras Salvatore soltaba una pequeña risita.

Mallory acomodó su cabello hacia atrás sintiéndose un poco arrogante ante el comentario del pelinegro con quien pocas veces había interactuado. De hecho era el Black con quien menos se hablaba, era demasiado reservado como para hablarle además que había algo raro en él, estaba segura de eso. Solo lo veía en las rondas de prefectos, aunque no lo veía tan seguido por el hecho que era un año menor.

 —Mamá nos mandó todas estas revistas y planificadores, y me dió una misión  —le dijo la pelinegra con el mentón arriba—. Te debo ayudar a planificar tu boda, pero como sé que yo sola no puedo, invite a Marie y Salvatore. Regulus se coló.

Confiaba en Aludra, tenía un buen estilo. Vestía con pantalones a la cadera aunque no eran muy usados ni conocidos, en esa ocasión usaba uno de esos con un corte de campana, sus zapatos negros y un suéter pegado color negro que por momentos dejaba ver parte de su abdomen, vestía con mucha joyerí aplateada y usaba maquillaje negro y azul, era magnífica. También confiaba en Salvatore y Marie, aunque Marie era más de colores fosforescentes que la resaltaban, Salvatore usaba colores más de otoño que quedaban muy bien con el color de su cabello.

—Salvatore es mi amigo también, Aludra. Ahora que pasas demasiado tiempo con él debo estar atrás como un perrito —dijo desde su cama el pelinegro, Mallory no sabía que su amigo y su futuro cuñado eran amigos, pero le pareció tierno.

—Él es mi novio, no mi amigo —corrigió su hermana volteando a verlo.

Regulus rió desde su cama irónicamente a lo que el castaño aclaró la garganta un poco incómodo. Tanto Marie como ella voltearon a ver a Salvatore, a lo que él se empalideció, algo estaba pasando entre esos dos.  ¿Tanto había pasado en solo dos meses?

Mallory ya podía imaginarlo, ella mayor peleada con Sirius, su futuro hijo, Aludra junto al castaño y Regulus y Salvatore viéndose de manera rara y con tensión. Imaginó aún más drama de pensar en que ella podría comenzar un amorío con Aludra y así todos estarían comodos, probablemente Sirius en un amorío con la niñera, aunque ellos tenían a Kreacher, un elfo doméstico. ¿Sirius en un amorío con el elfo domestico?

No se aburriría siendo parte de los Black.

—Bueno —rompió la tensión la pelirroja levantándose—. Iré al baño. Para volver a ver esto con ustedes —les dijo para salir de la habitación.