IX. ( my dear salvatore )

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( mi querido salvatore )
chapter number nine

No había nada que Mallory odiara más que Evan Rosier se escapaba de ella no por vergüenza de lo que había hecho, sino por miedo a un tercero

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No había nada que Mallory odiara más que Evan Rosier se escapaba de ella no por vergüenza de lo que había hecho, sino por miedo a un tercero. Ni siquiera se había detenido a pedir disculpas, pues no las sentía, eso era probablemente lo que más odiaba, y el hecho de que por alguna razón hablar del tema se le hacía tan ridículamente vergonzoso, como si ella hubiera hecho algo malo. En muchas situaciones intento atreverse a hablar con McGonagall, pues por alguna razón sentía que si ella no lo hacía, Sirius lo haría, sin embargo las manos siempre le sudaban y su lengua se iba atrás de su gargante.

"Cobarde", pensaba de si misma, siempre tan temeraria y ahora temía de decir abiertamente de algo que no era culpable, incluso cuando lo que más quería era hundir a Rosier. ¿Pero si vengaba? Con un simple "expelliarmus" había hecho que su vida se volviera miserable y que en segundos se sintiera lo que jamás había pensado sentirse; débil. 

Sentía cada día que pasaba una eternidad, pues aunque ella y su madre no habían terminado en las mejores condiciones tras su discusión en la casa de los Black, sabía que su madre moría, y luego de que su orgullo haya comenzado a bajar, se había dado cuenta que cada día parecía ser el último y le dolía, pero le dolía más que ella no le escribiera, sabía que las malas noticias llegaban más rápido, pero seguía temiendo que su madre un día muriera y no se enterara hasta el día que llegara a casa, sin embargo tras verlo en el Profeta cerrando un negocio, y verla bien, al menos había comenzado a concidiar mejor el sueño.

Había analizado bien las palabras de Sirius y se había dado cuenta que la había defendido por Aludra, porque le gustaría que alguien hiciera eso por su hermana, y hubiera sido tonto pensar de que la había defendido porque era su futura esposa. De todas formas el gryffindor siempre estaba rodeado de mujeres, en el sentido de la amistad, los gryffindor a diferencia de los slytherin eran más unidos, tanto hombres como mujeres. Era comprensible que de tanto pasar tiempo con personas como Marlene McKinnon y Dorcas se volviera más empático con el tema, mas su rostro aquella agresión y la decisión con matarlo se había vuelto invasiva en su mente, solo podía pensar en eso, sus nudillos rojos, sus ojos puestos en él y el rostro de Evan que no se había recuperado.

Había dejado de interrumpir a Dorcas o Aludra cada vez que hablaban de Sirius, para escucharlas intentando no prestar demasiada atención, y se había dado cuenta que ambas pintaban a un Sirius Black totalmente diferente al que había visto recientemente. Lo pintaban como alguien bromista, dulce y más que mal intencionado, solo inocente.

¿Alguien así hubiera sido capaz de tratar así a su hermana y haber estado tan cerca de asesinar a alguien por más cruel que hubiera sido? 

A veces pensaba que tal vez lo mejor hubiera sido dejarlo matar a Evan, nadie extrañaría su presencia y sería una mala persona menos, pero Black como asesino no le gustaba, en especial porque sería su futuro esposo, y lastimosamente padre de sus hijos. Tristemente.

SEMPITERNAL # sirius blackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora