XXV. ( you already did )

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Diciembre 23, 1976

Sirius la miraba atentamente, moviendo el vino de su copa, con una mirada firme y un sentimiento consumiendolo, estaba dolido, y como alguien que estaba dolido, quería jugar un poco con Mallory, ponerla nerviosa de las formas en las que él sabía ponerla y simular que no le importaba, pues ella había demostrado lo mismo.

La gente les daba la mano, algunos estaban sorprendidos, otros no les importaba. Mallory se limitaba a sonreír y dar las gracias desde un lado del enorme salón, ignorando la mirada de Sirius desde el otro lado. Él siempre había tenido una mirada muy profunda y pesada cuando lo deseaba como en ese momento.

Su madre se acercó por atrás de ella, sonriendole a los Mulciber quienes acaban de darle las felicitaciones. Ella tomó su brazo, esperando que la pareja se fuera para hablar por fin.

—Sirius te lleva mirando hace demasiado tiempo, mi mariposa. Cuéntame ¿que le has hecho?

—N-nada —titubeó acomodándose el cabello atrás de sus orejas, su madre negó sonriente.

—Te acostaste con él ¿verdad?

—¡No! S-Solo... hablamos, eso es todo. No nos hemos besado, ni tampoco acostado, solo que... tenemos allí unos temas pendientes, eso es todo.

Su madre se quedó en silencio, acariciando su brazo para dejar un beso en su cabeza. Acomodó el vestido negro que la pelirroja traía, llevando su cabello atrás de su hombro para darle una palmada en en hombro.

—Walburga dice que deben de estar juntos, es su fiesta de compromiso y no se han dirigido ni una palabra. Es obvio que no se aman y todo eso, también deben de estar ansiosos por lo de la fecha, pero de todas formas deben de fingir que son al menos amigos.

—Sirius es mi amigo, me agrada —movió su cabeza con un poco de incomodidad—. Hemos hecho un pacto de amistad —cruzó los dedos.

—Sí, pero no parece —la tomó de los hombros—. Así que ve, párate a su lado y demuestra esa amistad que tienen, que no quiero seguir escuchando a Cedrella decir sobre la conexión rápida y química instantánea que tuvo Narcissa con Lucius Malfoy. Estas mujeres Black me traen loca.

La slytherin sintió lástima por su madre, asintiendo para darle esta vez ella un beso en la frente. Debía de ser complicado para ella soportar a Walburga y Cedrella.

El tema con los Black era de una generación anterior. Cuando tenían como doce, por alguna razón Walburga se entusiasmó en hacer que su hermano Cygnus se casara, e intento con Olivia quien era un año menor, sin lograr nada. Al poco tiempo, se caso con Druella Rosier quien estaba loca. Al parecer su madre y Alphard habían salido por un tiempo, un rumor que Sirius había revivido y le había hecho llegar, pero jamás habían llegado a nada. Ella había nacido y eso era lo único importante. Sin embargo Druella le tenía fastidio al igual que Walburga aunque ese tema había sido manejado por todos menos por sus padres, así que Mallory apostaba que ambas mujeres no perdían ni la más mínima oportunidad de ser verdaderamente odiosas con su moribunda madre.

Camino hasta el gryffindor con las manos detrás de su espalda, viendo de reojo a Salvatore hablar con Regulus. Se paró a su lado sin decir nada al igual que él, solo en silencio.

—¿Así que un americano quería que te casaras con él? —preguntó burlón, ella asintió incomoda— Te lo hubieras cogido. Nadie se enteraría de nada.

Eso había tomado desapercibida a la pelirroja. Mallory levantó la mirada notando que Sirius estaba molesto, y con todo derecho, había escapado prácticamente de todo el continente solo para ignorar algo que no quería aceptar, y seguro que eso le había solido al pelinegro.

SEMPITERNAL # sirius blackWo Geschichten leben. Entdecke jetzt