XLIX. ( what do I do? )

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Regulus movía su pierna nerviosamente, pues lo estaba, se devoraba las uñas hasta el raz de sus dedos, miraba ocasionalmente a Mallory quien estaba sentada a su lado en silencio en el enorme salón, solo los dos en silencio. Jamás se había imaginado a si mismo en tal situación, probablemente era la peor situación en la que había estado. Todo salía tan bien e incluso quería creer que Sirius y él se habían llevado mejor tras esa salida en la casa de Los Lupin, pero no estaba funcionando, se había ido y había roto el corazón de una de sus mejores amigas. Incluso le daba algo de lastima, la veía mirando al suelo perdida en cualquier pensamiento que pudiera tener en su situación. Sin duda decepcionante.

La puerta se abrió y Salvatore entró a la habitación, lo miró por varios segundos en silencio, con aquella mirada que creía que jamás había visto en él, parecía preocupado y como si quisiera decir algo, y en parte esperaba que lo hiciera, algo diferente a que no podían estar juntos, porque Regulus estaba consciente de ello, pero de todas formas no quería escucharlo de alguien como Salvatore, porque de verdad le había sentir que no había escapatoria.

—Salvatore... —dijo Mallory levantándose para abrazarlo, él la abrazó igualmente algo preocupado por ella— ¿Que hago? ¿Harán que Regulus y yo...? ¡Así no es como funciona!

El chico solo se quedó en silencio mirándolos a ambos para asentir. Regulus se quedó sin aire por varios segundos, ignorando a Mallory protestar. Cuando su respiración regreso, solo sentía su corazón golpear su pecho con fuerza. Se fue de la habitación tan rápido como se le hizo posible, sintiendo que aunque estaba en el aire libre, su respiración seguía faltándole. No quería eso, no quería nada de eso. Le dolía cada situación en la que estaba pero sin duda esa era la peor. Sollozó ligeramente y se apoyó en su sus rodillas sintiendo que vomitaría mientras intentaba  quitarse la corbata que falsamente le asfixiaba, sin éxito más que un lloriqueo nervioso como un niño pequeño que hacía un berrinche o animal que no sabía a donde ir.

—Hey, hey —escuchó la voz de Salvatore acercarse a él con prisa para tomarlo por la espalda y abrazarlo, eso no lo hacía mejor, porque había pasado de miedo a nostalgia, la cólera de abrazar a alguien con quien quería estar y no podía, ya no podría.

La peor parte era que al ser un hijo varón segundo, no hubiera tenido tantas responsabilidades como las que tenía ahora y aunque parecía que Sirius no llevaba demasiado peso sobre sus hombros, cuando ese peso había caído en los hombros de Regulus, había sido lo suficiente como para derrumbarlo.

Salvatore notó a Regulus palmear su camisa aún intentando quitar su corbata sin éxito, así que lo ayudó a hacerlo con algo de dificultad, le quitó la corbata y ayudo a desabotonar su camisa mientras seguía permaneciendo en pie tomando a Regulus para que no cayera. Sí, en realidad lo amaba más que nada y le dolía saber que las pocas posibilidades de ellos de escapar se reducían a cero, pero le había mentido de todas formas y por eso le había dicho que no lo amaba tanto como él, porque en realidad jamás le había dicho que ahora aullaba a la luna y se perdía a si mismo para no lastimarlo.

—Cálmate —le pidió tomándolo por los brazos—. Tranquilo... estás temblando...

—¿Que hago ahora, Salvatore? —preguntó con la voz temblorosa, como siempre solía hacer cuando entraba en pánico y lo tenía cerca, buscar ayuda y una respuesta en él, pero ahora no la encontraba— ¿Que voy a hacer?

—Tranquilo —le pidió acariciando su cabello—. No es el fin. Estarás bien.

—No la amo, tu lo sabes bien.

—Sí, lo sé —lo pegó más a su pecho, aferrándose más a su espalda sin soltar su cabello, podría ser la última vez que lo tocara de esa forma, porque sabía que una vez que se casara con Mallory aunque ninguno de los dos se amara, no debía ni podría desearlo más—. Todo estará bien —el pelinegro negó con la cabeza—. Estarás bien.

SEMPITERNAL # sirius blackWhere stories live. Discover now