The Villain that Reincarnated into the World of a BL Game goes Astray

Capitulo 40: 16 años - En el Palacio Real

"¿Eh? Su Majestad, ¿qué acaba de decir?" Alfred, que había sido llamado al despacho del Rey, dudaba de sus propios oídos.

Dentro de la oficina que había sido vaciada de otras personas, sólo estaban el Rey y Alfred. Incluso el primer ministro, el Duque Rowlight no estaba presente.

"Voy a cancelar el compromiso entre tú y Fania. Entonces, asignaré a la Primera Princesa del país de Agrid como tu nueva prometida".

Agrid era un país que limitaba con nuestro país, Frialist al oeste, su tamaño no era muy diferente al nuestro. Sin embargo, geográficamente su ubicación estaba más hacia el sur en comparación con Frialist, lo que contribuía a su riqueza. En el aspecto económico, era más fuerte que Frialist. Utilizaban su fuerte poder económico para financiar su ejército, lo que les convertía en una nación bastante militante.

Hasta ahora, sólo había algunas escaramuzas a lo largo de las fronteras, pero teniendo en cuenta el futuro, era necesario aliarse con ellos.

"La princesa Carolynn tiene ahora quince años. El año que viene, vendrá aquí a estudiar como tu prometida. Dos años después, celebraremos su boda tras la graduación". El Rey lo declaró como si ya fuera un asunto finalizado.

Al oír eso, Alfred objetó: "¿Por qué? ¿Por qué yo? Comparado conmigo, ¿no es Andrew más adecuado para esto?"

"Agrid dio la siguiente condición: La Princesa Carolynn será la Princesa Consorte del Rey. Así que Alfred, ella será tu esposa".

"¿No es eso aún más extraño? Si su condición es un matrimonio con el Rey, Andrew debería ser el que se case con ella entonces. ¿No es él el Primer Príncipe?"

"Se ha decidido que el próximo Rey seas tú".

"¿Eh?"

"Cuando Jane vino aquí para casarse, formamos un contrato secreto que establece que el niño nacido de Jane será el próximo Rey. Ese contrato secreto es lo que hace posible el tratado de no interferencia con Sotis. El próximo Rey predeterminado serás tú, Alfred".

"¿Cómo es eso? ....."

Alfred no pudo ocultar su sorpresa ante la revelación del Rey. Nunca pensó que existiera tal contrato secreto.

Una miríada de pensamientos cruzó la mente de Alfred. Si estaba predeterminado que él sería el próximo Rey, ¿por qué no fue nombrado Príncipe Heredero?

Si ni siquiera él, el interesado, se había enterado del hecho, ciertamente el Gran Duque y la Consorte Algarina no sabían nada al respecto. Si tan sólo no se mantuviera en secreto, entonces seguramente se salvaría de todos los intentos de asesinato. Entonces, ¿por qué razón Fania tenía que sufrir una incapacidad incurable de por vida?

Sin embargo, fue precisamente esa discapacidad la que permitió a Fania ser su prometido, y estar ligado a él....

¿Ahora me estás diciendo que deje ir a Fania?

"Sé plenamente consciente de que naciste para ser el próximo Rey. Esto ya está decidido. Piensa en la estabilidad de la nación y en la seguridad de los ciudadanos. Esta es tu misión como alguien que ha nacido dentro de la realeza".

"No tengo intención de dejar ir a Fania".

"Hmph. Entonces puedes convertirlo en tu consorte o amante, como quieras. Eso es todo lo que tengo que decir." El Rey tocó la campana en su mano como si su charla hubiera concluido.Cuando entró el primer ministro que plausiblemente había estado esperando en la habitación de al lado, el Rey continuó trabajando en los documentos oficiales. Ni siquiera miró a Alfred. Alfred, que se había quedado atónito, se recompuso, hizo una reverencia al Rey y volvió a su habitación.

¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer? ¿Me está pidiendo que deje ir a Fania? Realmente no sabe cuánto necesitaba a Fania. No hay manera de que pueda dejar ir a Fania. Si lo dejara ir, no sé qué sería de mí.

El rostro de Fania apareció en la mente de Alfred. Su cara encantadora con esa sonrisa adorable.Si tomo una Princesa Consorte y hago a Fania como Consorte Lateral, ¿qué haría Fania? Es Fania, seguramente no mostrará insatisfacción en la superficie. Simplemente sonreiría pacíficamente, y encerraría todo su dolor y frustración en su interior. Cedería ante la Princesa Consorte y se retiraría. Y nunca tomaría la iniciativa de ponerse a mi lado.

También cabe la posibilidad de que incluso huyera a algún lugar al que yo no pudiera llegar.

Alfred se aterrorizó de sus propios pensamientos. ¡No! No puedo pensar en mi vida sin Fania. Nunca me perdonaré si alguna vez dejara ir a Fania.

¡Piensa! ¡Tengo que pensar! Los medios para superar esto sin dejar ir a Fania.

Dentro de los ojos de Alfred, un brillo oscuro se encendió.

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Nota del autor: Fania no apareció junto a Alfred esta vez. Se siente un poco solo.