The Villain that Reincarnated into the World of a BL Game goes Astray

EXTRA 4.2: La historia de Sara (Parte 2 de 2- POV de Yuta)

Mi nombre es Yutarius Dan Yamaito.

Yo era el sexto príncipe de la familia real de Yamaito. Sin embargo, ya no podía soportar ver cómo el pueblo de la nación sufría a causa de un gobierno corrupto. Llevé a cabo una purga contra la familia real. Maté a mis propios padres y hermanos con mis propias manos.

Cuando el país se asentó un poco, quise dejar el trono, pero antes de darme cuenta me estaban celebrando como jefe de Estado. Mis ayudantes decían: "Cuando el país está en crisis, es difícil recuperarlo sin un hombre fuerte que lo vigile".

Yo tenía un cuerpo grande, mi cara parecía severa; bueno, lo que decían tenía cierto sentido, así que decidí sentarme en el trono como Jefe de Estado temporal hasta que el gobierno del país se hubiera asentado.

Aunque temporal, me vi arrastrado a muchas cosas debido a mi posición como Jefe de Estado. También esta vez fui convocado a la sala de audiencias porque había una caravana procedente del extranjero que traía algunos bienes raros. En la sala de audiencias había tantos productos expuestos que parecía llevar mucho tiempo sólo mirarlos. Era agotador.

Estaba a punto de llamar a la caravana para que terminara rápidamente el negocio cuando una de las chicas me llamó la atención.

Cuando vi a la chica, Sara, por alguna razón, sentí mucha nostalgia. De repente empezó a saltar hacia mí. Lloraba, extendía la mano y corría hacia mí.

Los caballeros que la escoltaban se movieron, desenvainaron sus espadas y se dirigieron hacia Sara. En ese momento, la habrían acuchillado y matado si seguía corriendo hacia mí. Por eso detuve a los caballeros allí mismo.

Se me ocurrió que no podía soportar la idea de que hirieran a Sara. Era un sentimiento que no podía comprender.

Aun así, justo después, me arrepentí de haber detenido a los caballeros en aquel momento.

Sara me abrazó. Lloraba continuamente y se hiperventilaba. Y luego perdió el conocimiento mientras se aferraba a mí.

No tuve más remedio. Realmente no tuve más remedio que cogerla en brazos y llevarla a la habitación de invitados. ¿A qué otro lugar habría podido llevarla? Algunos me sugirieron que la enviara a la cárcel, pero yo los fulminé con la mirada. Si ibas a ponerte tan pálida sólo porque te fulminara con la mirada, entonces no te molestaras en pronunciar palabra.

A pesar de estar inconsciente, Sara se aferraba a mí con todas sus fuerzas. No conseguía quitármela de encima en ningún momento, lo que hizo que al final acabara tumbado a su lado. Era inconcebible que el jefe de la nación Yamaito durmiera al lado de un mercader. Pero, esto no fue el final.

Cuando Sara recupero la consciencia, no se separo de mi. Estaba pegada a mi y esto la hizo muy feliz. Por el contrario, si intentaba apartarla de mí, se echaba a llorar. Lloraba y berreaba.

Qué fastidio.

Además, Yamaito y Frialist hablan idiomas diferentes. No tenía ni idea de lo que decía Sara. Por supuesto, había un intérprete en la caravana que venía con Sara, pero ni siquiera el intérprete pudo traducir sus palabras correctamente; el intérprete dijo, incrédulo, que Sara decía cosas como que yo era guapo y que le gustaba mucho.

Imposible.

La traducción debía de haberse malinterpretado. Supuse que el intérprete no era tan competente.

De hecho, todos me odiaban y me temían. Ya tenía un rostro severo, pero un espía me hirió en la cara y me dejó una horrible cicatriz. Mi rostro actual parecía el de un monstruo. Incluso un hombre adulto se asustaría al mirarme a la cara.