The Villain that Reincarnated into the World of a BL Game goes Astray

Capítulo 59.2: Castigo (POV del Rey) Parte 2

"Ah, por supuesto en un sentido romántico. Por eso, no importaba lo que Su Majestad le dijera o hiciera, él obedientemente lo aceptaba todo como el masoquista que es; trabajaba duro todo por su bien. También escuché de él que la razón por la que estaba en la facción del segundo príncipe era porque Al se parece a Su Majestad, tan simple como eso". Fania asintió con la cabeza repetidamente mientras se cruzaba de brazos.

"¿Eh? ¿A Rudolf, le gusto? ¿Desde que éramos estudiantes?"

Hasta ahora, no daba señal alguna de ello, ya fuera en su conducta o comportamiento; si realmente era desde que éramos estudiantes, ¿cuántas décadas habían pasado?

"Bueno, no importa el hecho de que a mi padre le guste Su Majestad. Son sus sentimientos personales después de todo. Pero, cuando Su Majestad le impuso madre a padre, le causó un inmenso sufrimiento durante diecisiete largos años. Cuando piensas en ello, que cosa tan terrible has hecho. Gracias a eso, la Casa de Argania está cerca de su perdición".

"Ahhh..."

Había cosas inexplicables en lo que dijo Fania, pero supuse que me estaba culpando a mí. Y comprendí que, efectivamente, era culpa mía.

"Como expiación por lo que Su Majestad había hecho, me gustaría que presentaras una nueva novia a padre."

"Expiación..."

"Por supuesto, puede negarse. No puedo ordenar a Su Majestad después de todo. Pero, fueron diecisiete años los que mi padre tuvo que soportar a mi madre. Dieciséis años desde que nací. Debe haber sufrido mucho."

"Ugkh..."

"Padre ha renunciado a tener su propio hijo, mientras que mi vida se vio amenazada por obra de mi propio padre... Haaa... Eso fue tan duro~~~"

"Ughughguk..."

"Por lo tanto, Su Majestad. Por favor, acepte los sentimientos de mi padre. Por favor recompénselo por todos los sufrimientos que pasó."

"No, incluso si dices que lo acepte, ¿qué supone que haga...?"

"Eso es simple. Sólo revuélcate en las sábanas con él".

"¡Bwahh!"

"Así es, teniendo en cuenta los diecisiete años de sufrimiento de mi padre, por favor, hazlo con él al menos diecisiete veces. Sólo una vez por cada uno de esos años, qué ganga".

"¿EH? ¿Ah? HUHHH?" Estaba tan estupefacto que no podía enunciar palabra alguna.

"Usted sabe, Su Majestad. Padre ha reconocido que soy su hijo, su hijo consanguíneo. Sin embargo, aunque reconozca que soy su hijo, no podríamos ser padre e hijo así de simple."

"?"

Fania soltó una risita abatida.

"Aún recuerdo el dolor cuando me pegaba. Recuerdo la humillación cuando me lanzaba palabras abusivas. Nunca pude olvidar el miedo cuando mi vida fue objetivo de él. Además, es probable que padre también recuerde cómo había abusado de aquel niño pequeño, y no olvidará cómo había intentado arrebatarle esa vida. Sólo por descubrir que estamos emparentados por sangre, no hay forma de que las cosas que ocurrieron hasta ahora desaparezcan de nuestras mentes. No podríamos simplemente olvidarlas".

Fania dijo todo eso con naturalidad y yo no pude responder. Porque no había forma de volver atrás en el tiempo.

"Pero, ya sabes, incluso si ese es el caso, ¿cómo puedo, con un hombre ... Si usted me dice que abrace a Rudolf, no, de ninguna manera ..."

"Oh, está bien. Sólo acuéstate, no hagas nada y todo habrá terminado."

"¡No puede ser! ¡¿Me estás diciendo que me deje abrazar por un hombre?!"

"Entonces, le preguntaré, Majestad, ¿puede esa cosa suya levantarse delante de mi padre?".

"Ehhh..."

"Imposible, ¿verdad? Entonces, sólo sé un atún".

"....."

Fania regañó así y soltó una risita.

La puerta se abrió lentamente y Rudolf entró en la habitación. Estaba a punto de asaltarme, pero mostraba un rostro tranquilo.

"Majestad, siento lo de Fania. No sé qué le habrá dicho Fania, pero, por favor, perdónelo y piense que son palabras de niño". Rudolf se arrodilló a mis pies y bajó la cabeza.

Mirándole, me di cuenta de que últimamente sólo había visto las profundas arrugas de su entrecejo.

"Fania me dijo que yo te gustaba románticamente, ¿es así?".

"Sí, es cierto. Te tengo afecto desde que éramos estudiantes".

Pensé que me lo negaría aunque fuera un poco, pero lo afirmó tan fácilmente.

"Eso es muy honesto de tu parte".

"Después de que me regañara mi hijo, al final me resigné. Mi afecto hacia ti se ha pasado de la raya y me he vuelto extraño. Aunque pensara que no era mi hijo consanguíneo, estaba más allá de la cordura ponerle la mano encima a mi hijo."

"¿Estás poniendo fin a tus sentimientos hacia mí entonces?"

"No, aunque quiera, no puedo. Hasta ahora, por más que intenté renunciar a ello, todo fue en vano".

Rudolf contestó y sonrió con gracia. Las cosas que le habían estado atormentando habían desaparecido. Así expresaría su actitud actual.

"Ya veo. Entonces, ¿qué vas a hacer a partir de ahora?".

"Siento mucho hacerte sentir desagradable al saber lo que siento en mi corazón. Esta será la última vez que vea a Su Majestad".

"Eso no. ¿No te lo dijo Fania?"

"...De ninguna manera. ¿Te refieres a los asuntos de la cama?"

"Sí."

"Fania me lo contó, pero no creí que hablara en serio. Siento haber manchado los oídos de Su Majestad".

"¿Tú, no lo quieres?"

"Eso sería una falta de respeto por mi parte. No me atrevería a decirlo ni en broma".

"Mírame."

Me erguí frente a Rudolf. El camisón que llevaba era una prenda rara elegida por los demás eunucos — totalmente transparente, no importaba si lo llevaba puesto o no. Pude sentir que Rudolf tragó saliva al verme.

"Te diré por adelantado que los eunucos también me limpiaron el culo. Apuesto a que ya debe haber rumores interesantes volando por ahí".

"Lo siento..."

"Cuando Fania había consumido el veneno en lugar de Alfred, le dije que le daría una recompensa, así que le pregunté qué quería", corté la disculpa de Rudolf.

Luego continué: "Pero Fania no deseaba nada. Sólo se alegró de que a Alfred le fuera bien. Y que Fania me pida ahora que expíe lo que hice. Para expiarte a ti, Rudolf. Creo que te he hecho cosas realmente terribles. Y lo mismo a Fania también. Incluso entonces, lo que Fania deseaba de mí era que respondiera a tus sentimientos".

Rudolf ensanchó los ojos en un gesto de confusión y luego miró hacia abajo. Era como si no quisiera que sus ojos llorosos fueran vistos.

"Este es mi castigo impuesto por Fania. No tienes que sentirte culpable por ello. Necesito que cooperes. Después de todo, me tumbaré como un atún".

Inmediatamente me dirigí a la cama. Mientras me miraba, Rudolf volvió a tragar saliva. ¿Qué encontraba de bueno en este viejo?

Pero me sentí refrescado por un rato.

Fania me dijo que lo hiciera diecisiete veces, así que hasta entonces, nunca permitiré que Rudolf se separe de mí.

Me despojé de la molesta ropa de dormir.

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Nota del Autor: Bueno, esto es una especie de bofetada. ¿Te lo has tomado como una bofetada?