The Villain that Reincarnated into the World of a BL Game goes Astray

Capítulo 52: 16 años - Cambio de destino

El carruaje continuó su marcha como si nada hubiera pasado.

"¿Adónde pretendes llevarme?"

Sólo el hombre de rojo y yo estábamos dentro del carruaje. Tranquilamente miré al hombre de rojo sentado frente a mí.

"¿Dónde crees que será?". El hombre de rojo contestó alegremente, yo estaba muy molesto.

"El campo de concentración del Norte..." Lo solté inconscientemente; ¿Qué estaba pensando mi cabeza?

El juego BL había terminado, mientras yo me libraba de ser condenado y escapaba al destino de ser enviado al campo de trabajos forzados. Sinceramente, eso pensaba. Pero cuando intenté adivinar a dónde me transportarían, sólo pude pensar en ese lugar.

"No, no quiero ir a un lugar que tarda diez días en llegar. ¿Por qué quieres ir allí?"

"No, no quiero".

Dirigí mi cara de malhumor hacia el otro lado, y el hombre de rojo me observó mientras soltaba una risita.

"¿No pensabas que te llevaría a un lugar más terrible"

"¿Lugar terrible?"

"Sí, como los burdeles"

"Soy un chico, no pueden conseguir ganar dinero conmigo".

"No-no-no. Joven amo, no hay nadie tan guapo como usted, tanta gente le compraría."

"Hmmn."

"¿Ay? Parece que no te preocupa tanto".

El hombre levantó una ceja cuando no respondí a sus amenazas.

"No pensarás hacer algo así, ¿verdad? Después de todo, te tomaste la molestia de venir a 'salvarme' a propósito".

"..." El hombre de rojo me miró sorprendido.

Si yo fuera un estorbo, en lugar de secuestrarme, la otra parte simplemente me mataría. Y causar un disturbio estando aún dentro de la capital real, los riesgos eran demasiado altos para eso. Además, la razón por la que causaron disturbios fue porque necesitaban secuestrarme antes de que llegara a la Casa de Argania. El secuestro era esencial para salvarme.

**

Eso fue para protegerme del pez gordo de la facción del Segundo Príncipe que quería darme por muerto. Para no entregarme a las malvadas garras de dicho pez gordo -Rudolf Arginia- que no dudaría en exterminarme. Con el fin de salvarme de mi padre biológico.

Una vez anulado mi compromiso con Al, no había razón para que permaneciera en el Palacio Real. No tenía otra opción que regresar a la Casa Argania. Sin embargo, si volvía ahora, mi padre aprovecharía para echarme de su lado o simplemente matarme. Y es que, mientras yo viviera, Al me buscaría. Para mi padre, yo era alguien a quien no se le podía permitir vivir.

Seguramente, no se lo pensaría dos veces antes de matarme. Precisamente por eso, era necesario obstaculizar mi regreso a casa. Y entonces, secuestrándome y haciendo que mi paradero fuera completamente desconocido; era el mejor medio para despistar a mi padre.

Hasta entonces, llevaba una vida despreocupada bajo la protección de otros, pero la princesa consorte Jane me aconsejó que era vital que supiera por quién y cómo estaba siendo protegido y quiénes eran mis adversarios. Desde entonces, me esforcé por averiguar quiénes eran mis amigos y quiénes mis enemigos.

Por lo tanto, este hombre de rojo no era mi enemigo. No exactamente este hombre de rojo, sino más bien el que estaba detrás de él y movía los hilos.