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- ¿Está apretado? ¿Puedes mover el brazo? - dijo Jaekyung poniendo el velcro para sujetar y evitar que se suelte el vendaje, mientras Dan, movía su brazo cuidadosamente.

- Sí... Gracias - dijo Dan, acomodando un poco la venda y levantándose para ponerse su ropa para dormir, se sentía demasiado cansado. Casi sin energía.

- ¿Por qué siempre mientes? — preguntó Jaekyung — Si al menos quieres aguantar conmigo en el sexo necesitas tener energía... Y sin embargo con energía te desmayas.

- Lo siento señor... Pero no tengo hambre - dijo Dan poniéndose su suéter gris, notando el plato de la mesita de noche - ¿Y ese plato?

- Con hambre o no, todavía necesitas comer algo - dijo Jaekyung levantándose y caminando hacia la puerta - Y... Más te vale comer, en la mañana quiero ver ese plato vacío.

Jaekyung salió de la habitación, con la conciencia un poco más... ¿Tranquila, por así decirlo? Era raro... Se sentía raro. Él sabía que algo estaba pasando con él... Pero aún no sabía qué era exactamente... Y sinceramente, no tenía tiempo para pensar en ese tipo de tonterías. Se fue a su habitación a tratar de conciliar el sueño.

Una vez que Jaekyung se fue, Dan se sentó en la cama, mirando el plato, seguro se veía bien, y sabe que el pelinegro azabache tiene un buen sazón.

Sin ninguna resistencia, tomó cuchillo y tenedor y cortó un trozo de carne, llevándoselo a la boca. Se sentía como el paraíso en su boca, sabía bien. Mientras comía, rezaba para no vomitar inmediatamente después de tragar la carne, pero no por él, sino porque sabía que cualquier ruido, por muy minúsculo que fuese, podía despertar a Jaekyung. Estaba comiendo bastante despacio.

Ya casi terminando de comerse aquel plato, llegó lo que casi era probable que pasara, solo sentía como la comida regresaba por su esófago, sintiendo las ganas de vomitar. Dan corrió hasta el baño, y procurando hacer el mínimo de ruido, empezó a vomitar todo lo que había comido, las arcadas eran muy silenciosas.

Después de haber vomitado casi todo, Dan se levantó con mucho esfuerzo del excusado. Se sentía mal, esperaba que Jaekyung no le oyese.

Ya no quiso comer más y dejó el plato tal cual lo había dejado antes de que las náuseas se apoderasen de él y se acostó metiéndose entre las sábanas, esperando no sentir ningún malestar durante lo que restaba de la noche.

Al dia siguiente...

Dan apenas logró conciliar el sueño, el estomago le pedía comida, pero si lo hacía, podía vomitar otra vez, y no quería eso. Más aparte, el castaño dormitó con mucho esfuerzo toda la noche, pero aun así bajó a la cocina y rápidamente preparó lo que serían algunas de las comidas de Jaekyung.

Hoy en particular iba a ser un día duro para el peleador, ya que su agenda estaba muy llena, en un mes tendría combate por defensa del título de campeón de peso pesado, es decir, sí o sí, tendría que competir a menos que quisiese perder el título. Mil y una sesiones de fotos, entrevistas y entrenamiento desde la mañana hasta casi el anochecer, así que no estaría mucho en el gimnasio, por lo que en el gimnasio habría un ambiente ameno y ligero ya que el aura pesada de Jaekyung no haría ningún acto de presencia.

Dan se colocó nuevamente su camiseta de manga larga y por encima su uniforme del gimnasio. dejó una nota a un lado de los platos del desayuno del más joven, posteriormente tomando su mochila y la chamarra de Team Black, emprendiendo camino al gimnasio.

Jaekyung se despertó al escuchar la puerta del penthouse cerrarse, aún con su ropa de dormir bajó a desayunar, encontrando la nota de Dan.

Sr Joo

Si lee esto es porque ya estoy en el gimnasio, en la isla de la cocina le dejé sus comidas en caso de ud. tenga hambre.

Kim Dan.

Jaekyung bufó y se sentó en la mesa del comedor, empezando a degustar la comida, que no negaba que tenía un muy buen sabor. Le gustaba como cocinaba.


— Bueno… Al menos siempre es bueno cocinando — dijo Jaekyung, sonriendo ladinamente — Sabe bien.


Mientras comía y leía su agenda, el azabache empezó a pensar en Dan y en cómo se veía la noche de ayer, una vez más... No se veía como siempre, solía verse más saludable incluso algunos meses después del fallecimiento de su abuela... Él nunca notó esos cambios, ni siquiera todas las veces anteriores que lo hicieron, siempre lo tomaba por la cintura, ¿pero por qué no sentía al tacto su delgadez?

— Él es médico, apuesto a que puede curarse solo — dijo Jaekyung, quien siguió comiendo porque ya casi era hora de salir de casa para ir a la primera entrevista — ¿Por qué me importa?

[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora