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A medida que Jaekyung y Dan hablaban, una intimidad desconocida comenzaba a emerger entre ellos. Sus palabras actuaban como destellos de luz que estaban revelando los rincones más oscuros y ocultos de sus vidas. Las capas de desconfianza y resentimiento comenzaban a desvanecerse, dejando espacio para comprensión mutua y empatía.

Dan se encontraba sorprendido por las confesiones de Jaekyung, aprendiendo sobre los desafíos detrás de la fachada de éxito, riqueza y de vida soñada por muchos... Notando un vacío y soledad en lo más profundo de él.

Cada palabra pronunciada era un pequeño paso hacia aclaración de la marea turbia en la que estaban sumergidos, una nueva faceta de su relación fracturada era revelada.

Antes de que uno de ellos pudiera seguir hablando, la comida fue servida.

Los platillos fueron presentados con una elegancia que reflejaba el cuidado meticuloso dado a cada ingrediente, respetando los regímenes alimenticios individuales de Jae y Dan.

El plato de Jaekyung, siguiendo su régimen para recuperar algo de masa muscular y mantener su fuerza, era una amalgama de proteínas y carbohidratos complejos. Una porción de salmón a la parrilla descansaba sobre un lecho de quinua tricolor, adornado con verduras al vapor.

Por otro lado, el plato de Dan contaba con los ingredientes para satisfacer las necesidades de su cuerpo debilitado por la leucemia. Una ensalada fresca y colorida de hojas verdes, moras y nueces en la base, complementada por un filete de pollo a la parrilla sazonado con hierbas suaves. Los ingredientes que contenía el plato tenían de objetivo fortalecer su sistema inmunológico y proporcionar los nutrientes necesarios para combatir la enfermedad, mientras mantenía un equilibrio delicado entre lo nutritivo y lo delicioso.

Aunque las porciones eran moderadas, cada plato había sido adornado con precisión para satisfacer las necesidades dietéticas individuales del fisioterapeuta y del excampeón, demostrando que la gastronomía y la salud podían ir de la mano en una experiencia culinaria excepcional.

— Buen provecho señores, ¿hay algo más que quieran pedir?

— Por ahora ya está bien así, gracias señorita — dijo Dan amablemente. La mesera hizo una reverencia y se retiró.

Ambos empezaron a degustar sus alimentos. Cada pedazo de comida que iba dirigido a sus bocas era como probar la cosa más exquisita del mundo.

— Nunca he sido de los que cuentan mucho sobre mi vida, solo... solo lo hago con gente en la que confío plenamente — dijo Dan, tomando dudoso los cubiertos — Supongo que siempre he mantenido las cosas para mí mismo, tratando de no preocupar a los demás.

— No me importaría saber de ti, hasta ahora toda esta conversación se ha centrado más en mí — dijo Jaekyung, cortando parte de su comida — Me gustaria saber de tí.

Dan tragó saliva.

—Bueno... desde que era un bebé, mi abuela y yo estuvimos rodeados de deudas. Mis padres murieron en un accidente de auto cuando era muy joven, dejándonos con una montaña de deudas por una estafa que les hicieron.

—Debió ser complicado para ti.

— Sí, lo fue. Y crecer en medio de esa situación significaba que siempre estaba solo. No tenía amigos, no estaba "en tendencia" — dijo Dan, se podía sentir el peso de sus palabras — Empecé con trabajos de medio tiempo... me esforzaba por sacar calificaciones altas para poder tener una beca... Buscaba mantener a flote a mi abuela y a mí.

Los ojos de Jaekyung se abrieron como platos.

— Después de eso, me sumergí en mis estudios de fisioterapia. Quería terminar rápido, pedía que me adelantaran materias... — dijo Dan, dando un sorbo a su bebida — Todo eso era para poder empezar a ganar dinero y ayudar a mi abuela con más ingreso económico para nosotros, la casa, las deudas... y ni aún así el dinero que ganaba no bastaba. Y por un tiempo, las cosas iban bien. Hasta que...

Dan se detuvo, no estaba seguro de contar esa horrible experiencia.

— ¿Hasta que qué, Dan? — dijo Jaekyung, el tono de su voz lo hacía sonar preocupado, pero a la vez calmado.

— Hasta que ocurrió un evento. Uno que no sé si debería contarte.

— No te preocupes, estamos separados de la gente, aunque sé que no confías mucho en mí... Pero supongo que es bueno que lo cuentes.

Dan suspiró profundamente, dio un sorbo a su limonada y empezó a hablar de nuevo sobre ese recuerdo turbulento.

— Cuando trabajaba en el hospital, un médico intentó... quería abusar de mí, estabamos forcejeando cuando una enfermera nos descubrió, y malinterpretó la situación. Metí una denuncia, pero... pero no fue suficiente. La posición del médico, el testimonio de esa enfermera, y la falta de pruebas contundentes... provocó que fuese despedido, y por influencia de ese doctor, logróo que ningún hospital de la zona me contratara.

Los ojos de Jaekyung se abrían con sorpresa al escuchar las dificultades que Dan había enfrentado desde su infancia, una vida marcada por la tragedia y la lucha constante contra la adversidad.

— Y justo cuando todo eso sucedió, fue cuando la salud de mi abuela empeoró. Cáncer — dijo Dan, sus ojos parecían mostrar que quería llorar, se estaba aguantando las ganas de hacerlo — Estaba tan desesperado que no sabía qué hacer, conseguí trabajos en gasolineras, tiendas de conveniencia, en un mercado local... Todo ese dinero junto alcanzaba para pagar todas las facturas que necesitaba pagar.

— Y todo solo...

— Mi papá era hijo único, así que por parte de él no tengo tíos, la familia de mi mamá cortó lazos después de su muerte, no había nadie en quien confiar. Hasta que recibí la llamada del entrenador Park para la vacante de fisioterapeuta.

[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora