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La noche pasó y el sol empezó a pintar un cielo arrebolado, teñido de rosa, naranja y morado. Dan, poco a poco, despertó en la habitación del hospital, sintiendo un dolor sordo en su cuerpo

Al mirar a su alrededor y hacia un lado, vio a Changmin dormido en una silla, apoyando parte de su torso en el espacio libre de la camilla y sus manos entrelazadas. Dan rozó con sus dedos suavemente parte del dorso de la mano del otro, sintiendo calidez, protección y una bonita conexión entre ellos.

— ¿Minnie? — murmuró Dan.

Changmin se despertó, parecía un cachorro despertando, parpadeando somnoliento.

— Dan... me alegro de que estés despierto — dijo Changmin con una voz ronca y profunda, un tono que contrastaba con su aspecto somnoliento — ¿Cómo te sientes?

— Se siente como si me hubiera pasado una estampida de alces, pero... ¿Cómo...? ¿Cómo llegué aquí? ¿Cuánto tiempo llevo dormido? — preguntó Dan, notando cierta confusión.

— Te desmayaste en una calle en la noche, unas personas te estaban violentando, y Jaekyung, que vio, te defendió y te trajo — respondió Changmin, el rostro de Dan mostró confusión — Sí, hice la misma cara, pero em mismo Jaekyung me lo contó. Estabas en un estado bastante crítico Dan.

La confusión se reflejó en su rostro.

— Ahorita vuelvo, voy por la doctora Lee, me dijo que en cuanto despertaras le notificara.

Dan asintió y Changmin salió en busca de la doctora Lee. Inmediatamente, Dan recordó la voz de Jaekyung resonando en su memoria borrosa.

Estoy harto de secretos, Kim Dan. Así que más vale que me di... Dan ¿Dan?

Pero... ¿Por qué me trajo aquí? Todo esto es tan confuso – pensó Dan para sí mismo.

La puerta de la habitación se abrió minutos después con suavidad, revelando la figura de la doctora Lee, quien llevaba una expresión de alivio al ver a Dan despierto.

— Dan, me alegra ver que estás despierto. Estuve preocupada— comentó la doctora Lee con una sonrisa cálida — Hemos tratado tus heridas y moretones, tenías varios en el abdomen y en las piernas... Aunque hay algo que me gustaría hablar con ambos, aunque ya te lo comenté Changmin, quiero que estés aquí con Dan para que lo oiga.

La expresión de la doctora Lee cambió a una seriedad mientras revisaba la tabla en dónde tenía varios documentos del expediente de Dan.

— Dan, necesito hablar contigo sobre los resultados de los últimos análisis de laboratorio — comenzó ella, y el ambiente en la habitación se volvió tenso.

— ¿Qué pasa, doctora? — preguntó Dan, con una mirada inquieta.

La doctora Lee, escogiendo las palabras para decirlo, tomó aire antes de continuar.

— Los resultados indican que estás experimentando una recaída. La quimioterapia ya no está teniendo el mismo efecto que antes — explicó la doctora.

Changmin, a su lado, apretó inconscientemente el puño, mostrando su preocupación por la noticia.

— Debemos de considerar otras opciones de tratamiento. Las dos principales serían un trasplante de células madre o de médula ósea — explicó la doctora Lee, preparándose para la difícil conversación que seguiría — Dan, Changmin, les daré tiempo para que lo piensen y tomen una decisión informada. Tal vez no es una elección fácil, pero es importante considerar todas las opciones.

Dan asintió lentamente, procesando la información mientras Changmin miraba con atención, sintiendo la gravedad de la situación.

— Si tienen alguna pregunta o necesitan más información, estaré aquí para ayudarles en todo lo que pueda — concluyó la doctora Lee antes de salir de la habitación, dejando a Dan y Changmin sumidos en pensamientos complicados sobre el futuro.

Dan, sintiendo la pesadez de la noticia, se quedó en shock por unos momentos Changmin, sin dudarlo, tomó su mano.

En ese momento, la habitación del hospital se llenó de la mezcla de emociones de ambos, una combinación de tristeza, preocupación y el reconfortante calor de la conexión entre ellos.

Los ojos de Changmin se llenaron de lágrimas, estaba asustado. Dan, notando la angustia de Changmin, se incorporó y lo abrazó con ternura. El otro correspondió el abrazo, y fue cuando este rompió a llorar.

— Hey, tranquilo, estoy aquí, estoy bien — murmuró Dan, tratando de calmar a su amigo.

— Pensé que te había perdido, Danny. Fue aterrador — admitió, dejando salir todo el miedo y la preocupación acumulados — Me dió miedo.

— Ven — dijo Dan, guiando a Changmin hacia la camilla, le pidió que se sentara — Sé que fue aterrador, Minnie. Pero estoy aquí, seguro y bien. No me has perdido — aseguró Dan, acariciándole suavemente la cabeza, en la que se notaba que su cabello estaba creciendo nuevamente.

— No sé qué haría si te perdiera, Dan. No puedo soportar la idea.

Dan continuó acariciando el cabello de Changmin mientras murmuraba palabras de consuelo.

— No me has perdido, y no planeo ir a ninguna parte, por ahora. Estamos juntos en esto, ¿de acuerdo? — expresó Dan, reafirmando su compromiso con su amistad y apoyo mutuo — Llora todo lo que necesites.

La conexión entre ambos se fortaleció en ese momento de vulnerabilidad compartida, consolidando aún más su lazo especial.

Changmin, entre sollozos, levantó la mirada hacia Dan, avergonzado de mostrar tal vulnerabilidad. Sus ojos reflejaban una mezcla de emociones, y su voz temblorosa escapaba entre sus lágrimas.

— Lo siento, Dan. No suelo... mostrar esto frente a otros. Tiendo a ser fuerte en situaciones difíciles — confesó Changmin, tratando de disculparse por su reacción emotiva.

Dan, con comprensión en sus ojos, sonrió dulcemente y acarició la mejilla de Changmin, limpiando una lágrima.

— Minnie, en la debilidad hay fuerza. No hay nada malo en mostrar emociones, especialmente en momentos como estos. Llorar no te hace débil no menos hombre; al contrario, demuestra que eres humano, que sientes y te preocupas. Y eso, es una fortaleza en sí misma — expresó Dan, transmitiendo un mensaje de aceptación y apoyo.

Changmin asintió, agradeciendo las palabras reconfortantes de Dan. Se dejó llevar por la calidez de la conexión entre ambos, permitiéndose liberar las tensiones acumuladas.

— Esto es algo aleatorio pero, ¿puedo besarte?

Dan sorprendió a Min, poniendo su otra mano con una vía intravenosa, en su otra mejilla, asintió con la cabeza, acercándose a su rostro y dándole un tierno beso, haciendo que ambos se sonrojaran.

En ese instante, la habitación del hospital se llenó de la autenticidad de sus sentimientos compartidos, reforzando la conexión y la relación que los unía.

Min, yo también me estoy enamorando, me estoy enamorando de ti — pensó y admitió Dan.

[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora