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La revelación golpeó a Jaekyung como un tsunami emocional. Cada palabra pesaba sobre Jaekyung, y sus ojos reflejaban un cóctel de emociones: sorpresa, culpa y pesar.

El golpe era más fuerte que el que había recibido en el hombro en su último combate. Sus pensamientos retrocedieron a cada encuentro, a cada herida que él mismo había causado sin entender el sufrimiento del otro. La responsabilidad se posó sobre sus hombros, y el rostro de Jae expresó un torbellino de emociones.

La magnitud de sus acciones imprudentes resonaban con un eco sordo, y la realidad de la enfermedad de Dan lo envolvía como una sombra.

Ya no enfrentaba solo la noticia de la leucemia de Dan, sino también su propia falta de comprensión y empatía. Era un momento de confrontación y una llamada de atención internos.

Jaekyung, calmado de que Dan no estuviera en un estado demasiado grave, pero con el peso de la culpa sobre sus hombros, regresó a la sala de espera del hospital después de haber recibido la noticia de Dan.

Su mente, por primera vez después de mucho tiempo, estaba llena de remordimientos y desconcierto, no encontraba reposo. Necesitaba entender lo que estaba sucediendo.

Sentándose, sacó su teléfono para abrir el navegador, tecleando sobre la pantalla mientras buscaba información sobre la leucemia mieloide aguda.

Letras y estadísticas llenaban la pantalla, pero sus ojos se centraron en los síntomas. Leyó sobre fatiga persistente, sangrados nasales, formación de moretones frecuentes y longevos, la pérdida de peso, falta de apetito.

Síntomas que vio en Dan desde hace meses.

Entonces, como un rompecabezas que se ensamblaba en su mente, recordó las veces que vio a Dan mostrar esos síntomas.

Una revelación desgarradora se apoderó de él al darse cuenta cuánto tiempo ya había pasado desde que notó estos síntomas en el fisioterapeuta.

Dan había estado lidiando con la leucemia desde hace 5 meses, y él, cegado por su competitividad y ego, no lo notó.

Las imágenes de las veces que reprendió a Dan, incluso llegando a golpearlo, por lo que ahora comprendía como síntomas de una enfermedad grave, lo llenaron de culpa.

Se golpeó mentalmente por sus acciones impulsivas y su falta de empatía.

Mientras leía, se encontraba en un gigantesco dilema emocional: arrepentimiento por incomprensión y la angustia por el sufrimiento de Dan.

La sala de espera ahora se sentía como un abismo de pesar. Con el teléfono en la mano y la realidad pesando sobre sus hombros, Jae enfrentaba la dura verdad de su propia ignorancia y la lucha silenciosa de Dan.

No fue hasta que sintió algo correr por sus mejillas.

Eran lágrimas.

Se sorprendió consigo mismo al darse cuenta de que estas lágrimas eran las primeras que había derramado en toda su vida. La frialdad que solía caracterizar su expresión se desvaneció, revelando una vulnerabilidad que rara vez mostraba.

El peso de la culpa, el arrepentimiento y la comprensión tardía se manifestaban en esas lágrimas. Por primera vez, se enfrentaba a la profundidad de sus propias emociones, desatando un torrente de sentimientos que antes mantenía cuidadosamente ocultos. Cada lágrima llevaba consigo el peso de las acciones irresponsables y las palabras hirientes dirigidas a Dan.

Mientras permanecía en la sala de espera, entre las miradas curiosas y preocupadas de los demás, Jae experimentaba una catarsis emocional que nunca antes había experimentado. La barrera que mantenía sus emociones bajo control se resquebrajaba, y se encontraba en un nuevo terreno desconocido.

Este momento, con lágrimas marcando su rostro, representaba un cambio profundo en la esencia de Jae. La persona que solía ser, fría y distante, estaba cediendo ante la realidad de sus propias faltas y la fragilidad de Dan. Era el comienzo de una transformación, una nueva comprensión de la empatía y la conexión humana que, hasta ahora, le había sido ajena.

— Jaekyung — dijo Changmin, quien apareció en la sala de espera y se sentó frente al excampeón, dando una mirada asesina — Pude ver a Dan, afortunadamente no tiene fracturas ni nada por el estilo, pero necesita descansar.

— Es bueno esc-

— Deja de actuar como si te importara, no has sido más que una escoria con él — interrumpió Changmin abruptamente — ¿Por qué esta amabilidad de repente hacia él? Cada vez que estas cerca algo le pasa.

— Yo-

— ¿Qué tienes que decir? ¿Que lo estabas acosando y querías darle una paliza? ¿O que estabas esperando que él estuviera solo para secuestrarlo y tratarlo como tu juguete sexual nuevamente?

— ¿Crees que soy capaz de hacer eso?

— Eso y más. La gente con mucho dinero es capaz de incluso cosas peores.

— Con que así piensas de mí.

— Como persona, como peleador tienes mi respeto, aún si no tienes el título...

— ¿A qué vienes con todo esto?

— A preguntar qué fue realmente lo que pasó, dejando mis suposiciones y prejuicios a lado, y necesito saber porque la doctora Lee necesita ese dato para llenar la historia clínica de Dan, y en su caso también notificar a la policía.

— Bien... Entonces déjame hablar.

[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora