[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)

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La primera parada del día fue a un restaurante, se veía y olía a que sólo gente de clase alta recurría a un lugar así. El viaje hacia el restaurante transcurrió en silencio, con Dan sintiéndose un poco tenso por la situación. El lugar parecía estar ambientado en la época de los años 30 y 40 de Estados Unidos.

Piso de mármol blanco con alfombras de terciopelo rojo con bordes de hilo de oro, las paredes eran de madera de roble, una parte tapizada de terciopelo verde. Uno de los muros, se encontraba un gran ventanal con barrotes de color dorado que daba vista a un hermoso jardín repleto de los más majestuosos árboles y de las más bellas flores, por el cual corría un río artificial que en su canal contenía piedras de colores vivos talladas por el movimiento del agua.

Gente vestida de forma casual informal, otros portando traje y vestidos de diseñador de las últimas colecciones de las más importantes casas de moda.

Jaekyung y Dan estaban esperando en la recepción del lugar, no tardó mucho para que la persona encargada de la recepciones los dejara pasar, Jaekyung especificó que quería una mesa apartada de las demás.

Dan se sentía abrumado por el lugar, sentía que desentonaba un poco por el gorro que traía, pero aún le daba algo de pena . Sentía el peso de las miradas de algunas personas en el lugar. Era como mil y un agujas incrustándose en su cabeza.

- Su mesa caballeros, en un momento les traigo el menú - mencionó la chica de la recepción quien guió a los dos hombres hacia su mesa.

- Gracias - dijo Dan apenado, mientras colgaba el abrigo que traía en el perchero a un costado de la mesa.

Jaekyung se quitó su chaqueta de cuero, revelando que su camiseta era de manga larga, la cual estaba arremangada al nivel medio de sus antebrazos, acompañado de un reloj dorado en la muñeca.

Ambos quedaron de frente. Jaekyung traía sus gafas de descanso puestas, ya que había dormido muy poco por los nervios de lo que ese día pudiese ocurrir, y necesitaba relajar la vista.

Minutos después llegó una mesera con los menús, que estaban forrados con cuero rojo y con letras grabadas en relieve, se veía sofisticado.

Al abrir la carta, la cara de Dan se tornó de sorpresa al ver la cifra de los precios en el menú. Se sintió incómodo ante la idea de gastar tanto dinero, pero antes de que pudiera expresar su preocupación.

- Oh Dios - exclamó Dan.

- No te preocupes por el precio Kim, siéntete libre de pedir lo que gustes - dijo Jaekyung, mirando también la carta, sorprendido de ver como los precios de estos eran exorbitantes, siendo él parte de la gente de la clase social que se podía costear pasar un momento en un lugar así.

Dan se sorprendió por la generosidad de Jae, pero aún así se sintió un poco abrumado por la extravagancia de los precios lugar. Trató de relajarse y disfrutar del momento, decidiendo concentrarse en la oportunidad de pasar tiempo con Jae en un entorno diferente.

Con un suspiro de resignación, Dan siguió hojeando el menú, intentando elegir algo que le gustara pero que no fuera demasiado costoso. Mientras tanto, Jae observaba aquella escena con una sonrisa tranquila, aparentemente complacido de poder compartir este momento con Dan.

No tardaron mucho en escoger lo que iban a comer, Jaekyung se apegó a su dieta de entrenamiento, al igual que Dan recordando las cosas que no podía comer por su enfermedad. La mesera regresó a la mesa dispuesta a tomar su orden, ambos chicos de indicaron los alimentos que iban a pedir, y se retiró del lugar, dirigiéndose con destreza y velocidad, llegando a la cocina.

Lo primero que llegó a la mesa fueron las bebidas, Dan había pedido una limonada con agua mineral, Jaekyung, quien primero había pedido agua simple, quiso cambiar su bebida pidiendo lo mismo que Dan.

Después de unos momentos de indecisión y un silencio incómodo, Dan finalmente levantó la vista para encontrarse con la mirada de Jaekyung.

- Es la primera vez que como en un lugar así - dijo Dan un poco avergonzado, dirigiendo su mirada al hermoso jardín que estaba del otro lado del gran ventanal por su falta de experiencia en este tipo de establecimientos.

- También yo.

Dan regresó su mirada al rostro de Jaekyung, sorprendido por aquella confesión.

- ¿De verdad? - preguntó curioso el ojimiel.

Jaekyung asintió.

- Sí - admitió Jaekyung, su voz sonaba completamente relajada, no dura ni dominante - Nunca he venido a un lugar así, el entrenamiento, los combates, las entrevistas, las sesiones de fotos, las conferencias de prensa, y mi adicción a mantenerme ocupado consumen mi tiempo, y no me queda para este tipo de lujos, a pesar de tener el dinero para ello.

Dan asintió con comprensión.

- Entiendo - dijo con simpatía - Es fácil perderse en la rutina del trabajo y olvidarse de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.

- Es el precio de ser una figura pública - dijo Jaekyung, para después dar un sorbo a su bebida - Para olvidar toda esa presión me enfrasqué en eso, buscaba a toda costa mantener mi cabeza ocupada para poder olvidar la presión de mi fama por un maldito momento.

Dan podía sentir el peso de las palabras de Jaekyung, hacía tanto tiempo que no era tan sincero... Supuso que estar acostumbrado a verlo siendo duro, apático, egocéntrico, grosero, altanero y altamente volátil, generalizó que ese era su verdadero yo. Nunca pensó que el verdadero Joo Jaekyung diría algo así, sólo el borracho.

- Sobreesforzarme trajo consigo problemas para dormir, las pastillas que me recetaron nunca funcionaron y mi hombro comenzó a lastimarse - dijo Jaekyung - Todo fue así desde que tenía 20 años... Y después, algo... Un robo liderado por mis padres, robándome una vez casi todo mi dinero me hizo desconfiar de todos. Supongo que eso me llevó a ser quién he sido por años... Así nació esa fachada que uso con todos. Desde entonces, el actuar ha sido una forma para mí de defenderme del mundo... Aunque solo provocó la percepción que todos tienen de mí. Pocas personas saben cómo soy realmente.

- ¿De verdad? ¿Quién? - preguntó Dan, curioso de la respuesta.

- Sólo tu.