Capítulo 41: El desafío

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 GÁLICA


Estaba en una playa de arena grisácea, en aquel entonces iba acompañada de su madre, y la pequeña Gálica miró hacia el mar del norte. Donde su padre y su hermano se habían embarcado hacia la temporada de saqueos en Norserikki, su madre Ilyasbrida contemplaba la línea horizontal del mar. Los cielos estaban nublados en Scheestrande. Y la reina iba cubierta en una capa confeccionada con pelaje de lobo plateado y una corona con incrustaciones de diamantes y un pendiente áureo con un corazón de rubí que colgaba de su cuello.

—Mamá, ¿Por qué razón no puedo ir a pelear con papá y con Karlo? —Le preguntó la niña a su madre.

—Aun eres una niña Gálica. —Respondió su madre, sin quitar la mirada del mar. —Sinceramente me gustaría que cambiaras las ideas de espadas y peleas, por clases de canto y baile.

—Pero voy mejorando, Ser Bruno dice que ya estoy lista para matar a mi primer hombre. —Dijo la niña Gálica. Sin embargo, Illyasbrida soltó una risita. —Ser Bruno debería preocuparse por llegar a ser Capitán de la Guardia del Roble. Mejor dicho, debería ser él quien estuviese en el barco con tu padre, asegurándose de proteger su espalda, en vez de estar aquí entrenando contigo. Su cobardía lo hace ver como "poco hombre".

—¿Mamá, por qué razón tienen que ir a Norserikki a pelear? —Le preguntó Gálica a su madre.

—Son las tradiciones Gálica, los Norse son seguidores de Jurgamungander, ellos encolerizan a Aeger y el Semental de Fuego, y por esa razón tienen que pagar por seguir a impíos demonios. —Dijo Illyasbrida. Entonces Gálica miró hacia el mar...imaginando como sería la tierra de los Norses.

Gálica despertó, nuevamente estaba en su cama. La joven reina se talló los ojos y se sentó en la orilla de la cama. Lentamente levantó la vista, Helga estaba ante el marco de la puerta. Gálica sabía que Helga le observaba dormir. Al principio ella había pensado que se trataba por su labor de caballero y guardaespaldas. Pero con el tiempo se dio cuenta que la mirada de su protegida a veces era una de lujuria y erotismo más que de lealtad. Y aun así, tener a Helga como su protegida era la mejor opción; El amor de Helga por Gálica era más fuerte que su lealtad, y por lo tanto jamás la traicionaría ni intentaría hacerle algún daño.

—¿Qué ocurre Helga? —Le preguntó la reina.

—Un mensajero Esterreichii llegó a la ciudad, por supuesto lo matamos. Pero había traído consigo esto...—Entonces Helga sacó del interior de la bolsa de cuero que colgaba de su cinturón una carta, Gálica se sintió extrañada, la reina tomó el mensaje, estaba sellado con un lacre azul un emblema de un león rugiente. Gálica entonces rompió el sello y comenzó a leer.

Para Gálica Kreuz; Reina de Stahland.

Había tenido ansias de conocer a la mítica reina de Stahland que venció al ejército Romalio de la casa Vilano. Más ahora solo siento indignación, al ver como usted; una soberana del otro lado del mar, ha ocupado a través de la violencia la ciudad de Geldbruck y masacrado a sus habitantes. Más en funciones como reina del orgulloso reino de Esterreich, le desafío a una batalla en campo abierto, ya me divertí con ustedes lo suficiente. Y para asegurarme de su participación, presento la evidencia de dos de sus caballeros. Ser Reisser Silverhare y Ser Andreas Mondesohn; quienes son mis prisioneros. Espero su respuesta mañana al amanecer en el camino este. Y me veo en la necesidad de resaltar que usted ocupa esta ciudad en tiempo prestado, pues un segundo ejército desciende por el camino norte desde Nordenfeld para reforzar mis tropas.

Atentamente: Hannes Blauenblud; Señora de Weisstadt y Reina de Esterreich.

Gálica se sintió enfadada, sabía exactamente lo que esa carta significaba, pero si algo le enfurecía más que un reto, era que la estuviesen chantajeando con Andreas y Reisser. Y sobre todo había sentido un golpe en su orgullo, pues la batalla que habían ganado contra los Esterreichii, había sido regalada por la reina Hannes. Y lo que era aún peor, Gálica había comenzado a dudar si alguna de sus victorias desde que llegó a Esterreich habían sido por mérito propio, o era todo parte del juego de Hannes.

La Última Reina II: Confrontación de Coronas.Where stories live. Discover now