Mi Caperucita Rouge

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Mmm... que bien me estaba sentando el café. Apenas había dormido. No puedo dormir sin él. Desde que nombraron a David ingeniero jefe de Toro Rosso pasamos mucho tiempo separados.

Escucho por megafonía que su vuelo acaba de aterrizar. Así que me dirijo a la puerta de llegada. Estoy deseando verlo.

Estaba tan feliz por él... ha luchado tanto por esto. Aún me emociono al recordar el día que lo llamaron para comunicárselo. Lloró como un niño pequeño.

- ¿Virginia?

Me giré, eran tres chicas jovencitas con sus móviles en las manos.

- ¿Eres Virginia del Blog "Mi Caperucita Rouge"? ¡No me lo puedo creer! Hazte una foto con nosotras por favor....

- Claro chicas... - todavía me daba vergüenza que me reconocieran por la calle.

Nos hicimos un selfie las cuatro y me pidieron que les firmara sus mochilas.

- ¿Cuando vas a volver a publicar? Te echamos de menos... -dijo una de ellas.

- Chicas, ya comuniqué que no pasaba por un buen momento. Pero estoy deseando de volverlo a retomar. De todas formas en Instagram podéis ver mis outfits y las novedades de la tienda.

- Gracias Virginia... - me dieron dos besos cada una y se marcharon.

Nunca imaginé que lo que comenzó como un hobby se convirtió en casi mi forma de vida.

Siempre me ha gustado la moda ¡y las compras! Pero, ¿a qué mujer no le gusta? Un día, tras uno de sus viajes, cuando trabaja para GP2, David me trajo un precioso abrigo rojo que parecía una capita.

Al día siguiente decidimos ir a dar un paseo, así que para la ocasión estrené mi nuevo abrigo. Fuimos a un parque y David quiso hacerme algunas fotos.

- Pareces una modelo profesional... -me decía enseñándome el móvil.

- ¿Que dices? Eso me lo dices porque eres mi novio...

- En breve tu marido - dijo cogiéndome la mano y señalando mi anillo de pedida.

- Que bobo eres... Las fotos están geniales David.

- ¿Por que no te animas y creas un blog? Siempre has querido hacerlo, sé algo de informática, entre los dos podemos hacerlo.

- ¿Tu crees?

- Tomátelo como un hobby. A mí me encanta la fotografía y a ti la moda. Hacemos un buen equipo.

Me convenció. Esta misma noche nos pusimos manos la obra.

- Sólo falta un nombre. - dijo David señalando la pantalla con el puntero del ratón.

Después de pensar muchos nombres se me ocurrió...

- Mi Caperucita Roja... ¡No! Mi Caperucita Rouge... así en francés queda más fashion...

- ¿Por qué?

- Porque las primeras fotos que vamos a publicar son las que me has hecho con el abrigo rojo... y tu me dijiste que parecía Caperucita Roja... - dije riendome.

- Me gusta... suena bien... Caperucita... ten cuidado con el lobo... aaauuuuuuhhhh!! - imito el ahullido de un lobo. Tecleó en el ordenador. - Listo. Haz los honores y pincha en publicar.

Y así lo hice... Día tras día subía mis looks. Disfrutaba mucho haciéndolo. Mi número de seguidores subía como la espuma. Enseguida llegaron las marcas pidiéndome que colaborara con ellos.

No era tan fácil como parecía, pero el esfuerzo y la constancia me dieron la oportunidad de abrir mi propia tienda de moda que compaginaba con el blog. Y la verdad que iba estupendamente.

La Boca Del LoboWhere stories live. Discover now