Virginia, 32 años. Segura de sí misma, independiente e inteligente. Posee su propia tienda de moda y un blog donde cada día comparte sus outfits, siendo uno de lo mas exitosos de la red. Casada desde hace dos con David, 35 años. Un ingeniero del aut...
Me pasé todo el viernes de libres acompañada de Ana. Se había convertido en mi sombra. Y no me importaba, todo lo contrario. Me hacía compañía y al menos no estaba sola. Mi marido estaba muy ocupado con la incorporación del ruso al equipo. Y Carlos, como corría en casa, tenía la agenda llena de eventos.
El sábado de clasificación pintaba igual, con la diferencia que teníamos cena de equipo por la noche.
- ¿Estreno la faldita vaquera que me compré ayer? - me decía Ana.
- Me gusta más la estampada para la cena. La vaquera es más informal. Puedes ponertela mañana para la carrera.
Estaba en la habitación de Ana y su hermana. Me habían pedido ayuda para saber que ponerse para la cena.
- ¿Qué te parece? - Blanca se había puesto un vestido blanco con escote en la espalda.
- ¡Que guapa Blanca! - le decía su hermana.
- ¿Y dudabas al comprarlo? Es ideal, pero le falta algo... - busqué en mi neceser y saqué un precioso collar que cuelga por la espalda. - Mírate ahora.
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- Que pasada Virginia... - decía Blanca mirándose al espejo. - Si no hubiera ido contigo jamás me hubiese comprado este vestido.
- En la moda, como en la vida, hay que arriesgar siempre. ¿Cómo vas Ana?
- ¡Ya salgo! - me decía desde el baño. - A ver...¿qué os parece?
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- ¡Guapísima! - le dije al verla - Estás genial.
- ¿En serio?
- ¡Me encanta! Venga que te voy a retocar el pelo un poco.
En ese momento llamaron a la puerta y abrió Blanca.
- Me manda mamá para ver como vais. - Carlos entró en la habitación. - Anda si tenéis estilista personal y todo... - dijo al verme.
- ¿Que te parecemos? ¿Cómo estamos? - le dijo Ana mientras le planchaba un poco las puntas.
