La Boca Del Lobo

Me vuelves loca

No viajé a China para el siguiente Gran Premio. Y no fue por lo ocurrido en Barein, ni mucho menos. Mi hermana tenía planeada unas vacaciones desde hace tiempo y tuve que sustituirla en la tienda.

David viajó directamente con el equipo. Así que estaría sola casi dos semanas.

Y me venía bien ésta soledad. Estar conmigo misma me ayudaba a pensar y recapacitar sobre lo ocurrido.

Aunque por más vueltas que le daba no llegaba a ninguna conclusión.

Amo a mi marido, quiero formar una familia con él. Pero ha cambiado tanto desde que está en la Formula 1... Sé que me quiere, pero no me mira como antes. No me desea como mujer. Quizás sea el estrés de su nuevo puesto, la presión que tiene... pero yo lo necesito. Necesito sus besos, sus caricias, sus miradas... Lo necesito a él. Lo echo tanto de menos...

Y por otro lado está Carlos... ¡Madre mía Carlos!... Sus ojos, sus labios, su pelo, sus manos... No podía quitarme de la cabeza lo ocurrido en el baño de la disco del hotel. Si cerraba mis ojos podía sentir su lengua en mi boca y sus manos agarrando fuertemente mis muslos. ¿Era sólo sexo o había algo más? Quizás sólo encuentro en él lo que le falta a mi marido... Al final su padre va a tener razón...

Dios mío... ¡su padre! ¡Lo sabe! ¿Como se atrevió a amenazarme? Carlitos tiene suficiente edad para saber lo que le conviene o no. Seguro que ahora se siente victorioso al ver que no estoy allí y he volado a España. Se pensará que ha ganado y he hecho lo que me pidió: alejarme de su hijo. Pues no lo va a conseguir tan fácil...

¿O si? Es que también está Tabatha. Le he cogido cariño a esa niña. Me enterneció tanto cuando me dijo que quería ser como yo para que Carlos se fijara en ella... Está realmente enamorada de él. Se le nota en la forma que lo mira y en cómo se sonroja cuando le habla. Quizás ella sea lo que Carlos necesite. Una chica que lo ame, lo cuide y además que comparta su forma de vida, que no es fácil. Yo sin embargo, ¿qué le puedo dar? ¿sólo sexo? Lo que más deseo en este mundo es formar una familia y a él eso le queda muy lejos todavía...

Así que tengo cuatro frentes abiertos... Y lo único que deseo es hacer un zulo muy hondo para esconderme ahí y desaparecer.

Los días pasaron y debido a la tienda, proveedores, el blog, las tareas de mi casa... apenas tuve tiempo de nada. Ni siquiera de pensar. Llegaba tan agotada que lo único que quería era darme una ducha y dormir.

El fin de semana antes de la carrera pude hablar con David más tranquilamente por teléfono. Se encontraba bien. Había trabajo mucho durante la semana y el fin de semana lo iban a aprovechar para conocer un poco la ciudad.

- Tendrías que haberte quedado Virginia. Alucinarías con ésto.

- Lo sé cariño, pero no podía cerrar la tienda tanto tiempo.

- Pero podías haber contratado a alguien...

- No era necesario. Mi hermana vuelve la semana que viene y nadie mejor que ella lleva la tienda David. Bueno, cuéntame, ¿que planes tenéis?

- Pues queremos hacer algo de turismo y luego iremos a comer. Carlos nos va a llevar a un restaurante de comida española. Yo no estoy de acuerdo. Ya que estamos aquí me gustaría probar algo diferente, pero bueno... tu sabes como es cuando se le mete algo en la cabeza.

¡Y tanto que lo sé! Créeme... pensé para mi.

- ¿Y quiénes vais? ¿Sólo los dos? - quería saber algo de Carlitos...

- No... viene su hijo, Max con su padre también, James, Mike, Robert y Tabatha.

- Ah... ¿Tabatha está ahí? Pensé que se había marchado.