La Boca Del Lobo

Sellado con un beso

Un vez facturadas las maletas subimos al avión rumbo a Barcelona.

Sería un viaje corto, a penas de una hora y media. Aún así me sentía nerviosa. No me gustan los aviones.

Al la hora del despegue David apretó mi mano con fuerza,a pesar que no le había dicho nada de mis nervios. Me conocía tan bien...

Durante el vuelo me estuvo hablando en que consistiría su trabajo en estos días.

- Entonces te veré poco, ¿no?

- Siempre podemos quedar para almorzar y ya a la noche para cenar y dormir juntos, que es lo que importa... - dijo sonriendo de forma pícara.

- Que malo eres... Cuéntame más... háblame de tus compañeros... -necesitaba distraerme para no pensar que una de las alas iba salir ardiendo y caeríamos todos al vacío.

David me habló de mecánicos y otros ingenieros. De sus nacionalidades y anécdotas vividas con ellos.

- Y estos son mis pilotos. -dijo mostrándome una foto en su tablet.

- Que monos... ¡y que jovencitos!

- ¿Monos? - me dijo extrañado.

- ¡Si son dos críos David!

- Y tanto que lo son... ¡Tienen más peligro juntos!... aunque a la hora de la verdad son muy trabajadores y están muy bien preparados.

- ¿Cómo se llaman?

- Éste es Max Verstappen, que tiene 18 años y éste Carlos Sainz Jr., hijo del gran Carlos Sainz, que tiene 22.

- Unas hormonas con patas que son los dos - ambos reímos...

- Casi, casi...

Con la charla el viaje se me pasó en nada.

Llegamos a Barcelona y nos instalamos en el hotel. La escudería le había asignado un coche a David, así que fuimos al parking a buscarlo para poder ir al circuito

- Sé que es tarde - dijo David mientras conducía - pero quiero ir a ver las instalaciones y dar una vuelta.

El circuito me pareció fascinante. Había trailers enormes con los logos de las escuderías. Y a pesar de ser casi las 8 de la tarde, había un buen ambiente de gente y ajetreo.

Llegamos al box de Toro Rosso. Los mecánicos ponían al día sus herramientas. Mañana llegarían los coches para su presentación y debía estar todo listo.

David saludó a sus compañeros y me presentó a alguno de ellos.

Se le veía tan feliz y emocionado. Me encantaba verlo así. Él también lo pasó mal cuando lo del... bebé.

- ¿Vamos cariño? - me dio su mano y paseamos por el circuito.

- David... viendo esto se me ha ocurrido una idea...

- Viniendo de ti, seguro que es genial.

- He pensado en retomar el Blog. En cada circuito enseñaré un outfit así como las costumbres y comidas de cada país. ¿Qué te parece?

- Pues que es una idea fantástica.

- Como estarás liado, aprovecharé para hacer fotos y documentarme un poco de todo. Podría traer mi portátil...

- Me encanta verte así Virgi...

- Éste va a ser nuestro año David... en todos los sentidos.

- Así será mi Caperucita - me abrazó por la cintura.

- Todo gracias a ti mi lobo... - le agarré por el cuello.

- No... yo soy el cazador que salva a Caperucita de las garras del Lobo feroz...

Nos reímos... y en el atardecer de Montmeló sellamos esta nueva etapa que emprendíamos juntos con un beso.

Ya en la habitación seleccioné el outfit que llevaría al día siguiente.

- ¿Qué te parece? -le dije a mi marido que estaba en la cama con el portátil revisando estadísticas del circuito.

- Virgi... ¿A mi me vas a preguntar? Estará perfecto... - dijo casi sin mirarme.

- No quiero quedar mal el primer día...

- Estarás perfecta. Tienes un Blog y eres un referente en la moda. Vas a causar sensación. Ya verás...

- Ains... ¿Qué haría yo sin tí? - le quité las gafas, cerré el portátil y me puse encima de él. - Se acabó el trabajo, ahora toca disfrutar....