Quiero ser la única

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Paseaba por Albert Park en el primer día de libres. Desde muy temprano David estaba en el box. Yo decidí desayunar tranquila en el hotel y luego reunirme con él.

Para la ocasión había elegido un crop top de rayas en burdeos y negro, una faldita negra y mis botines del mismo color. Un outfit cómodo y sencillo, pero que llamase la atención a más de uno...

 Un outfit  cómodo y sencillo,  pero que llamase la atención a más de uno

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Fui directa al box de Toro Rosso. Max y Carlos estaban en sus coches, David frente a ellos, con los auriculares puesto y el gesto muy serio.

- Buenos días - le dije cuando me acerqué a él.

- Buenos días... - dijo dándome un beso en los labios - que guapa... - me miró de arriba a bajo. - No te voy a dejar salir del box en todo el día.

Da igual, era justo donde quería estar...

- No seas tonto... - le dije mirando a Carlitos que me miraba desde su coche con el casco puesto. - Voy a saludar a Carlos - y le di un beso en la mejilla.

Pasé por el lado del coche de Carlitos dirigiéndome a donde se encontraba su padre.

Noté claramente como me seguía con la mirada.

- Buenos días - le dije a Carlos y a un señor que hablaba con él

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- Buenos días - le dije a Carlos y a un señor que hablaba con él.

- Buenos días guapa - me dijo - Mira te presento a Jos, es el padre de Max. Ella es Virginia, le mujer de David.

- Encantada - le dije dándole la mano.

- Lo mismo digo - me contestó muy amablemente.

Los coches encendieron motores y salieron a la pista.

Tras una hora en el box comencé a aburrirme. Así que decidí ir a dar un paseo por el paddock y sacar algunas fotos.

Caminaba tranquilamente cuando un pequeño bebé de 1 añito o algo más corrió hacia mí. Chocó con mis piernas y calló de culo, del susto se puso a llorar.

Enseguida me agaché y lo cogí en brazos. Era tan bonito... de piel blanca y suave, rubio y unos preciosos ojos azules. Acerqué la nariz a su mejilla... olía tan bien...

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