La Boca Del Lobo

Te debo una

Si me llega a dar ese beso, aunque sea en la mejilla... hubiera vuelto caer en esos carnosos labios. Aunque me dolió, tuve que apartarlo. 

Ya en mi habitación repasaba nuestra conversación una y otra vez. Y no llego a ninguna conclusión. No tengo muy claro lo que significó para él. Sus palabras eran seguras, pero sus gestos le delataban. Quizás sólo fuera el calentón que aún le duraba... Quizás me convenció de que no había sido nada para que no le perjudicara con David... O bien había sentido algo y trataba de disimularlo... como yo. 

Inspiré hondo y eché el aire poco a poco... No voy a darle mas vueltas al tema. Ha ocurrido y punto. Y no volverá a ocurrir. Haré todo lo posible para que así sea. 

Decidí ponerme a editar las fotos. Eso me distraería un rato. Dios mío... en cada foto estaba más guapo. Estaba mirando la foto en la que Carlitos tenía la camisa gris y vinieron a mi mente las imágenes de mis manos desabrochando uno a uno sus botones. Me mordí el labio y suspiré... 

Un golpeo suave en la puerta, hizo que me sobresaltara.

- David... - al abrir me lo encontré aún con las gafas de sol puestas y el móvil en la mano.

- Se me ha olvidado la tarjeta en la habitación. - Pasó quitándose las gafas y dejándolas junto al móvil en la mesita de la habitación.

- No te esperaba tan pronto.

- No he terminado aún, pero hemos decidido parar un rato y he venido a ver como estabas.

- Estoy bien... - sonreí, siempre tan atento a mí, aunque acabe sacándome de mis casillas a veces.

- No me gusta que nos enfademos Virgi - dijo abrazándome por la cintura.

- Ni a mí David... - no podía mirarlo a los ojos, me sentía como si le hubiera fallado.

- Respeto tu trabajo y te apoyo, siempre lo he hecho.

- Lo sé...

- ¿Qué te pasa? 

- Nada - dije apartándome - estaba editando las fotos, quiero redactar el post cuánto antes. - me senté en la cama con mi portátil.

- ¿Cómo ha ido la sesión?

- Muy bien... - intenté sacar una de mis mejores sonrisas.

- ¿Puedo verlas? - se sentó a mi lado - ¡Mira que guapo el Carlitos! - dijo señalando la foto que tenía en puesta en pantalla -  Lo bien que posa el tío... se puede ganar la vida como modelo. Aunque ahora prefiero tenerlo de piloto. ¡Es un crack!

Lo miré y sonreí de nuevo. Si supieras lo que ha pasado aquí hace unas horas...

- Bajamos a comer algo, me muero de hambre - me dijo cerrando la tapa del portátil.

- Vale. - no tenía ni pizca de ganas de comer, pero salir de aquella habitación y hablar con él me despejaría un poco.

Después de la comida, David volvió al circuito y yo, como pude, seguí editando las fotos. Difícil no pensar en él si no paro de verlo en las fotos. 

Una vez terminé, me duché, piqué algo de fruta que tenía en la habitación y lo último que recuerdo es que me quedé dormida leyendo. Me desperté a mitad de la noche, miré mi móvil y eran las 2 de la mañana. David dormía profundamente a mi lado. No sabía a que hora habría vuelto... me acurruqué en sus brazos y cerré los ojos. Sólo quería dormir y olvidar.

- Buenos días dormilona - David me besó dulcemente en la mejilla.

- ¿Qué hora es? 

- 7:30 ya...