Vete, por favor

2.3K 94 35
                                    

Ese día me levanté con muchísima energía. Me sentía como una niña pequeña el día de Navidad.

- ¿Qué hora es? - preguntó David desde la cama.

- Casi las 7. ¡Venga levántate! Que vas a llegar tarde al circuito.

- ¡Qué energía tienes para lo temprano que es! - dijo aún con los ojos cerrados y sentado en la cama.

- Tengo que prepararlo todo para la sesión de fotos. Recoger un poco la habitación - dije lanzándole unos calcetines que había dejado en la mesa - y planchar la ropa del modelo.

- ¿Del modelo? De Carlitos, ¿no? Te lo tomas demasiado en serio...

- Por supuesto que sí. Es mi trabajo, David. - me sentó mal el comentario.

- Virgi... no te presiones tanto. Quedamos en que vendrías conmigo para desconectar.

- Aún no ha empezado la temporada y apenas te veo el pelo. ¿Qué quieres que haga? ¿Pasear todo el tiempo por el paddock?

- Virgi no te pongas así... La idea era que te relajaras y desconectaras de todo.

- David, me conoces, no puedo estar quieta. Necesito hacer algo...

- Pero te exijes mucho y es tan sólo un Blog.

- ¿Tan sólo un Blog? ¿Eso es lo que piensas? - elevé la voz un poco más de la cuenta. - Quizás empezó como un hobbie, pero gracias a eso tengo mis ahorros y una tienda que no va nada mal. Y no dependo ni de ti ni de nadie.

- Virgi... no tengo ganas de discutir, es muy temprano. - se levantó camino a la ducha y dio un portazo al entrar al baño.

Odio que cuestione mi trabajo. No le da importancia. Quizás no sea ingeniera como él, ni gane su sueldo... pero me gusta lo que hago y soy feliz haciéndolo.

- Me voy, nos vemos luego. No sé a que hora llegaré. - David salió vestido con el uniforme, cogió sus cosas y se marchó, dando un portazo de nuevo.

Él, que siempre me ha apoyado en todo... que me diga que sólo es un Blog. Me duele muchísimo. Parece que se le ha subido a la cabeza lo de ingeniero jefe.

Recogí la habitación, planché la ropa que se pondría Carlos y bajé a desayunar. Lo hice sola, tranquila, revisando las redes en mi móvil y controlando mi tienda.

Controlando mi vida.

Tras desayunar, volví a mi habitación, no sin antes mirar mi móvil por si David se había dignado a pedirme perdón. Pero no encontré nada. Y con lo orgulloso que es, seguro que no lo hace.

Lo tenía todo listo. La ropa estaba en la cama separada por looks, la cámara en el trípode, saqué algo de maquillaje y mis planchas, pero seguro que Carlitos no lo necesitaría. Sólo faltaba yo.

Para la ocasión elegí una falda estrecha, tipo lápiz, pero de algodón en color gris. Muy deportiva. Una camiseta blanca con unas letras en negras y mis Stand Smith. Quería algo cómodo, que me permitiera moverme con la cámara, pero a la vez sexy... ¿Sexy para qué Virginia? ¿O para quién? Mejor dicho... Negué con la cabeza varias veces.

Habíamos quedado al medio día, pero eran casi la 1 y aún no sabía nada de mi modelo. Lo mismo se había arrepentido. Empecé a desilusionarme cuando llamaron a la puerta.

- Hola - dije abriendo la puerta.

- Hola, perdóname. - dijo Carlos algo tímido. - He ido a correr, luego a nadar... Y se me ha echado el tiempo encima.

- No te preocupes, pensé que no vendrías. Pasa.

- ¡Wow! Vaya lo que has montado aquí. - dijo quitándose la sudadera de Toro Rosso y quedándose con un camiseta de manga corta. Aún tenía el pelo mojado de la ducha. Y olía... madre mía, como olía...

La Boca Del LoboWhere stories live. Discover now