45.

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Día 45|

Me levanté una hora antes de lo que solía despertar para alistarme e ir a la escuela, me apresuré a arreglarme, y siendo un manojo de nervios me dirigí a la parada de autobús en dirección a la escuela.

Por fortuna; llegué veinte minutos antes de que James saliera de sus clases, y me posé en el asiento del vigilante, el cual se encontraba vacío, asumo que enviaron al hombre a algún mandado, sin embargo no tenía a nadie para hablar e intentar matar los nervios hasta que bajara James.

Solté un largo suspiro, y esperé, esperé y esperé, hasta que por fin se hicieron las 9:00am y los estudiantes estaban comenzando a bajar por las escaleras.

Mi corazón comenzó a latir con fuerza, mientras aguardaba a que él se presentara, pero los minutos pasaban, la gente se apresuraba y él simplemente no estaba.

De pronto el vigilante apareció a mi lado mientras despedía a algunos estudiantes y habló:

—¿Y ese milagro que has llegado temprano?

Sonreí de oreja a oreja, y negué con la cabeza. —Yo siempre llego temprano.

—Si como no; seguro que sólo estás aquí temprano para ver a tu James.

Comencé a reír nerviosa, y agaché la cabeza avergonzada.

—»¿Aún no baja?
Preguntó el vigilante, y negué con la cabeza a modo de respuesta.

Entonces, como por obra de magia James apareció bajando las escaleras, con esa seguridad que lo caracterizaba, e hizo un asentimiento hacia el vigilante a modo de saludo a la vez que el vigilante dijo en voz alta.

—Ah, míralo aquí está.

Mis mejillas se tornaron color carmesí y mi corazón comenzó a acelerarse; pensé en acobardarme por un segundo pero me obligué a ponerme de pie y justo cuando James caminó a sólo unos pasos lejos de nosotros, alcé la voz más de lo que me habría gustado:

—¡Hey espera!

James se dio media vuelta al instante, y me dedicó una mirada extraña a la vez que comenzó a sonreír con algo de nerviosismo.

Manual: Conquistando a mi Crush {EDITADO}Where stories live. Discover now