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Empujé a James con ambas palmas, reuniendo toda mi fuerza y por fin logré que dejara de besarme, pero de la fuerza aplicada terminé con mi trasero sobre el concreto plagado de tierra.

Tragué saliva y miré a James de reojo, agaché la cabeza mientras un millón de palabrotas brotaban en mi cerebro.

Es un idiota, un estúpido, es un mundano asqueroso, es...

Sentí como mis ojos estaban comenzando a aguarse así que mordí ambas mejillas en el interior para tranquilizarme. Aún faltaba un montón por demostrarle.

-Mierda. -Susurró James y soltó una exhalación exasperado, para después ponerse de rodillas junto a mi. Levantó mi mentón para que lo observara, y así lo hice. -Lo lamento.

¿Qué lamentas James? ¿Haberme besado a la fuerza o haberme roto el corazón?

Negué con la cabeza, restándole importancia y esbocé mi mejor sonrisa. Me sentía tan falsa como barbie, pero así tenían que ser las cosas por ahora.

Un estruendo proveniente del cielo nos hizo saltar, y en segundos unas cuantas gotas comenzaron a caer sobre nosotros. James sonrió de oreja a oreja y me tomó de la cintura para levantarme sobre sus hombros.

-¡Hey James, basta! -le grité a todo pulmón y patalee para que me dejara en el piso de nuevo, pero éste me ignoró por completo. -¡James, ¿qué haces?!

James comenzó a dar vueltas, conmigo sobre sus hombros en contra de mi voluntad, mientras yo continuaba gritando y pateándole, pero eso sólo causaba una risa tan fuerte que lograba opacar el sonido de la lluvia.

El sonido melodioso de su risa y el silencio que había en este lugar era increíblemente mágico, por un segundo desee que estos fuéramos nosotros siempre, desee que él no fuera un idiota que me hacía daño y yo una estúpida que siempre terminaba perdonándole todo, desee que no tuviese novia, desee que no la hubiera elegido a ella, desee que no me hubiera roto el corazón.

Pero esta era la realidad.

-¡James que me bajes!
Escupí, intentado esconder mi repentina ira.

-¿Estás segura?
Repuso por sobre la lluvia.

-¡Sí, bájame ya!

-Bueno.
Sin más preámbulos se agachó para dejarme en el suelo, pero enseguida supe que algo estaba mal, mis pies se estaban hundiendo ligeramente, miré hacia abajo y abrí los ojos como platillos al percatarme de que mis zapatillas estaban repletas de lodo, solté un gruñido y me apresuré en su contra. Él prácticamente se doblaba de risa. Quise correr para tirarlo sobre el lodo pero mis pies me lo impidieron de inmediato, me resbalé de nuevo y caí sobre mi trasero, llenándome toda la ropa de lodo.

Abrí la boca en una perfecta o. Santas vacas April, esto debe ser una broma del destino.

-¡Que te den!
Solté con enojo hacia James, y éste se acercó hacia mi para ayudarme a levantar. Seguía riéndose de mi.

Lo fulminé con la mirada y cuando su mano hizo contacto con la mía, tiré una patada a sus tobillos para hacerlo resbalar, en nano-segundos cayó sobre mi, y me maldije de inmediato por no haber previsto eso.

Su sonrisa se borró, y la mía comenzó a salir a flote. Estaba demasiado cerca de mi rostro, podía sentir su respiración sobre mi, y sus ojos se clavaban como dagas en los míos. Sonrió.

Con discreción tomé un poco de lodo en mi mano, y cuando noté que cada vez se acercaba más, se lo tiré sobre el cabello, para acto seguido quitarlo de encima con un fuerte empujón. Me levanté como alma en pena del lodo y lo observé desde arriba, con una sonrisa de orgullo.

James negó con la cabeza divertido y comenzó a limpiarse el lodo de su cabello mientras se ponía de pie. La lluvia continuaba cayendo sobre nosotros, y una vez que se puso derecho caminó a mi lado, mostrándome el resto del mini bosque, aunque para mi era como dar vueltas en círculos, porque todo lucía tan parecido.

Nos detuvimos de pronto frente a un árbol precioso y gigante, con un tronco tan grueso y amplio que me intimidaba un tanto. Una idea vino a mi.

-¿Tienes una navaja o algo filoso?
Le pregunté, mientras él observaba concentrado el árbol.

-¿Para qué?
Respondió confundido, arrugando la frente.

-Vamos a hacer un cliché.

Nuestro último cliché, pensé.

James sonrió, casi adivinando lo que planeaba hacer con el árbol y sacó una llave de su bolsillo, deslizándola en mi palma. -Creo que esto servirá.

Comencé a tallar el tronco del árbol con todas mis fuerzas, y tras unos minutos de gran esfuerzo y concentración terminé escribiendo una "A". Sonreí complacida, pero estaba demasiado agitada para terminar el trabajo, aunque no lo pareciera era muy difícil rayar un árbol.

James tomó la llave de mi mano sin previo aviso, y pasó su lengua por sobre su labio inferior mientras raspaba el tronco con fuerza. Cinco minutos después el tronco ya nos pertenecía, unas perfectas "A y J" adornaban el árbol, sonreí con tristeza, y pude ver una chispa de luz pasar por sus preciosos ojos verdes, mientras me miraba orgulloso del trabajo.

Este era el final James.

Mi pecho comenzó a arder con furor y agaché la cabeza, ¿por qué todo tenía que acabar de esta forma? ¿Por qué las cosas tenían que ser así? ¿Por qué tenía que alejarme de él cuando estaba completamente enamorada de él?

James tomó mi mano de pronto y la llevó a su boca, acto seguido plantó un casto beso y la trasladó a su pecho. Mi móvil comenzó a sonar en mi bolsillo trasero entonces, y lo tomé con mi mano desocupada.

Era Matt. Atendí la llamada enseguida.
-Hey.
Saludé, y James frunció el ceño, pero se limitó a quedarse callado frente a mi.

-Hola bonita, oye ¿irás al ensayo de hoy?

-Sí, ¿por qué?

-Sólo preguntaba, entonces ahí te veo.

-Vale, te veo ahí en un rato.
Respondí, y el entrecejo de James cada vez se hacía más marcado, creando una perfecta v.

-Adiós, bonita.

Puse los ojos en blanco.
-Adiós, Matt.

James me soltó la mano al mismo tiempo que colgaba. Ladee la cabeza, sus labios se convirtieron en una fina línea. -¿Era una amiga?
Preguntó en un tono bajó de voz, mientras comenzaba a caminar, haciendo ruido al aplastar las hojas con las suelas de sus zapatos, la lluvia había bajado su intensidad, pero aún seguía golpeando nuestros rostros.

Negué con la cabeza.
-Era un amigo de la obra en la que estoy participando.
Le seguí el paso, él asintió con la cabeza, y sin más; aceleró, dirigiéndonos hacia la salida del mini bosque.

Manual: Conquistando a mi Crush {EDITADO}Where stories live. Discover now