CAPÍTULO 12.-segundo fragmento

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—¿En qué idioma te hablo? ¿Coreano, chino mandarín o francés? Para que entiendas de una puta vez que ¡tienes que decirme todo lo que te suceda! —grita frenético Jeremy.

—Si no te conté fue para que no fueras como loco a golpear a esos chicos y dejándote al descubierto —lo intente calmar, pero nada funcionaba.

—No me ves la cara de estúpido, Rosali. Te han podido matar, ¡hasta te rompieron la cabeza! —empieza a arrojar cosas.

—Ya no te preocupes, estoy bien, Jeremy —empiezo a recoger las cosas que tira al piso.

—¡No vas a ir a esa escuela nunca más en tu vida!

—Eso no es justo, además Alan ya solucionó el problema. —No creo que los chicos de esa escuela quieran meterse con Alan.

—¿O sea que se lo contaste a Alan?

—Él lo descubrió y amenazó a todos en la escuela, entiende esa escuela está llena de hombres lobos importantes, si te contaba a ti o a Oliver seguramente hubieran causado un gran problema. —¿Por qué no tengo un hermano normal?

—¡Pero esto no se va quedar así! Voy hablar con Oliver para solucionar esto y si él no hace nada, yo lo haré. —Se queda estático un momento—. Tú ni pienses en salir de este cuarto hasta que yo venga a buscarte.

Sale de mi cuarto azotando la puerta. Me duele la cabeza del estrés que tenido hoy, pero aún sigo muy preocupada por Dylan así que decido llamarlo.






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Saliendo de la ducha y pensando en lo que me ha pasado en las últimas horas solo puedo llegar a una conclusión: ¡La diosa luna me odia! ¿Por qué él? De todos los hombres lobos tenía que ser él, pero que lindo. Es, como dicen los humanos, ¡Dios santo! Con esa cara que no va ser mujeriego, ¡esos rulos! Daría lo que sea por tocar su cabello. Yo le rogué a la diosa luna tener un mate hombre, pero me hubiera gustado que sea gay. Volviendo a la realidad y terminando de cambiarme mi celular suena.

—hola, preciosa. ¿Ya te libraste de tu hermano? —contesto sabiendo que es Rosali.

—Uff sí, no tienes idea de cómo se puso, ¡tiro mis cosas! —dice irritada.

—¡Sí, ya me imagino! —digo riéndome—. Se ve que es de carácter fuerte y te quiere mucho.

—A veces demasiado —me echo a mi cama mientras me acomodo el teléfono.

—Al menos tienes a alguien de tu familia aquí contigo, yo extraño a mi mamá. —Suspiro—. Ella sabría que decirme en estos momentos.

—¿Matt te ha llamado o ha ido a tu casa o algo? —dice curiosa.

—Nada y yo no puedo dormir, así que creo que tomare pastillas para dormir.

—Yo también.

—¿Sabes?, yo le implore a la diosa luna que mi mate sea hombre, pero creo que me olvide de decirle que sea homosexual igual que yo. —Mi voz se notaba muy triste.

—Yo creo que deberías hablar con él.

—Estoy preparándome para el rechazo.

—¿Rechazo? —dice triste.

—En todo el reino se sabe de lo gran mujeriego que es Matt Hutton, el beta del príncipe, no hay chica que no ha caído a sus encantos. ¿Por qué de todos los hombres lobos que hay, me toco al que más le gusta las chicas?

—Pero tal vez cambie, ¿no se supone que ustedes aman automáticamente a sus mates cuando los ven?

—Sí, pero varios rechazan por posición social. ¡Él es el beta del futuro rey! y no es gay. Es muy obvio me rechazará. —Soy un don nadie.

—Yo intentaré hablar con él —dije dudosa.

—No, preciosa. Ya no te metas en más problemas, lo que menos quiero es que te ganes enemistad con él.

—¿Enemistad con Matt? ¡Pero, si él es muy amable! Es que no lo conoces de verdad. Yo no lo he pasado mucho tiempo con él, pero por lo que he visto y me ha contado Oliver, es un excelente chico, es por eso que creo que no te rechazara.

—Ojalá. —Suspiro—. Preciosa, te colgaré necesito dormir porque me duele mucho la cabeza.

—Cuídate, más tarde te llamo.

Colgué el teléfono y me tomé las pastillas para dormir.

Después de sabe dios cuantas horas, me despierto más aliviado, pero con muchas ganas de ir al baño. Cuando voy para allá, escucho ruidos provenientes de el baño. ¿Quiénestá en mi casa?, me pregunto mentalmente mientras cojo mi lámpara para defenderme. Abro la puerta silenciosamente.

—Muere —grité mientras golpeo a la persona que está en el baño.

—¡Au! —grita Matt mientras cae al piso. ¿Matt ?

—¡Lo siento, pensé que eras un ladrón! —digo mientras lo ayudo a levantarse.

—¡Creo que me atrofiaste el cerebro! ¿Qué te pasa? —dice mientras se coge la cabeza.

—¿Qué haces en mi casa? —le pregunto alarmado.

—Vine a preparar churros —dice sarcástico—. Vine a verte, pero estabas dormido y entré a tu baño porque me hacía la pis, ¿no es obvio?

ALFA KINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora