CAPÍTULO 20.-segundo fragmento

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—Dánae baja tus armas por favor, Jaime no te hará ningún daño—Rosali salió del agarre de Jeremy para acercarse a la cazadora.

—¡Ja! Como si yo permitiría que dañen al cuatro ojos sabelotodo—gruñó Alan, haciendo volar las armas de la chica.

Ella miró como sus dos pistolas levitaban encima de su cabeza, inmediatamente sacó un cuchillo (que estoy muy seguro que es de plata) y apuntó a Jaime nuevamente.

—¿Qué son ustedes exactamente? — en su voz denotaba desconcierto.

—Dánae por favor escucha un momento— le rogó Rosali.

—Aléjate de ella Rosali , te puede hacer daño— le hable.

—¡que yo le voy hacer daño! Si lo únicos peligrosos aquí son ustedes fenómenos de ... — un celular timbro— esperen un momento.

Saco su celular de su chaqueta y contestó.

—Estoy ocupada Roger no jodas ... ¿que? — grito alarmada— ¿estás seguro? ¡ya! Cuídate mucho ... yo también te quiero... no vengas, no me busques ... te llamaré cuando salga del aprieto ¡no Roger adiós! — la cazadora colgó el teléfono y nos miró asustada—. Vienen para acá, los lobos de "claro azul" ya vienen.

—Tenemos que irnos— dijo Matt.

—Rosali mírame— la tal Dánae la cogió del brazo—¿Confías en ellos?

—Totalmente— le respondió Rosali.

—¡Suelta a mi hermana! — se acercó Jeremy.

—No tenemos tiempo para esto—le respondió—. Bajen mis armas y los seguire, si me quedo aquí soy mujer muerta.

—Nadie te hará daño— le dijo Jaime—. No mientras que yo esté vivo.

—¡Pero que tierno eres cuatro ojos! —se burló Alan.

—Cállate que tú eres peor con Lucy— le dijo José.

—¡Mis armas! — grito Dánae.

Alan hizo que sus armas dejen de levitar y ellas las cogió, fue hacia dentro de su casa y salió con una mochila grande y negra

—Los cazadores siempre estamos listo—dijo saliendo de la casa ignorando totalmente al pobre de Jaime.

Nos repartimos en dos grupos ya que decidimos venir en dos camionetas, en una iba Alan , Alex , José ,Matt y Dylan en la otra íbamos Rosali ,Jeremy , Dánae, Jaime y yo 77(claro el que manejaba era yo).

—¿Exactamente a dónde vamos?—hablo la cazadora.

—Al aeropuerto, ustedes viajaran a la isla y nosotros esperaremos la llegada de las demás manadas para empezar el ataque.

—Aja, ya de verdad ¿A dónde vamos? —repitió graciosa.

—Estoy hablando enserio—le dije mirándola un momento y después volver a concentrarse en manejar bien.

—Discúlpenme, pero yo no puedo irme del país—dijo poniéndose seria.

—Estarás mejor en la isla, esto se va a poner muy peligroso—le hablo Jaime

—Miren, uno no dejaré el pueblo a merced de una guerra de lobos por si no lo saben mi padre era el encargado de cuidar este lugar de seres como ustedes, pero como él ha desaparecido, yo lo tengo que hacer, dos no los conozco y si estoy en un auto con ustedes es por Rosali y porque los imbéciles de "claro azul" siempre mandan cientos para atraparme y ...

ALFA KINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora