CAPÍTULO 5.-primer fragmento

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Matt veía a su madre intentando controlar a su padre que había explotado cuando le dijo quién era su mate.

—¡Él es un hechicero!, pudo hacer algo para que tu creyeras que eras su mate ¡te está engañando!

—¡Fernando compórtate!— María intentaba calmar a su esposo—. ¡No te das cuenta de que dañas a nuestro hijo con tus palabras!

Matt intentaba no llorar, pero las lágrimas salían de él sin poder evitarlo.

—Yo lo amo— dijo haciendo que su padre se paralice—, y vamos a luchar por lo nuestro, aunque todo el reino no esté de acuerdo—miró a su padre—. Eso te incluye a ti.

Su padre no podía creer lo que escuchaba. Su primogénito, su más grande orgullo. ¿Con un hombre?, ¡No! No podía aceptarlo. No quería hacerlo.

—Oliver me apoya—dijo limpiando sus lágrimas—, y mañana lo dirá públicamente frente a las demás manadas.

—No quiero verte nunca más—dijo su padre haciendo que el corazón de Matt se estrujara.

Se fue a su habitación sin mirar a su mujer y a su hijo.

—Tienes que dejar que procese todo esto—dijo su madre dándole un abrazo de consuelo a su hijo.

—¿Y tú no me odias?—dijo Matt entre llanto aferrándose a su madre.

—¿Cómo podría odiarte?— limpio sus lagrimas con sus manos—. Eres lo mas hermoso que tengo en la vida y nada podría hacer que te deje de amar menos.

—Te amo mamá—colocó su cabeza en su hombro y rompió a llorar .

—¿Dónde está ese niño?

—¿Dylan?

—Sí, ¡quiero hablar con él! Necesitamos hablar de la boda —río su madre.

—¿Boda?— dijo desconcertado Matt.

—¡La tuya con él!, son mates y los mates deben casarse, ¡espera un momento!

Su madre corrió dejando a Matt perplejo en la sala, nunca se le había cruzado por la mente casarse con Dylan, de hecho, nunca se imaginó el mismo casándose.

Ya empezaba a sentir pánico.

—Toma—su madre regresó con una cajita en la mano.

—Mama dime que no es lo creo que es—dijo aterrado.

—¡Abrelo!

Matt quedó paralizado mirando ese anillo hermoso de compromiso, había sido de su madre y ahora debía pertenecer a Dylan. Era un anillo de oro con forma de rosa en la parte superior con un lindo diamante en el centro. De pronto el miedo se fue, cuando imaginó el rostro de Dylan cuando le ponga el anillo. Imaginarse un futuro con él le llenaba el corazón de esperanza.

—¿Estas segura que me lo quieres dar?

—Claro que sí, espero que seas muy feliz mi amor— su madre le acarició el rostro y le dio un beso en la frente.





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—¿Te encuentras bien? — Jonny me miraba perplejo —. Te abrazaría, pero tengo miedo de que tu mate te haga daño.

ALFA KINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora