CAPÍTULO 17.- segundo fragmento

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Me miraba en el espejo satisfecha, no era una chica vanidosa, pero tenía que admitir que me veía hermosa. Había pasado toda la mañana practicando con ayuda de una estilista el maquillaje y el peinado que usaría mañana en la ceremonia. Después de tantos intentos, al fin lo logre, también había tomado la decisión de pintarme toda la cabeza de rosado y sé que todos me dirán ¡estás loca! , pero es mi cabello y puedo hacer lo que quiera con él.

Me tomé una foto y después procedí a desmaquillarme y deshacer el peinado.  Nadie me podía ver así hasta mañana.

—Puedes retirarte, descansa para mañana—le dije a la estilista.

—Si princesa y recuerda dormir bien para que mañana esté perfecta—me terminó de desarmar el peinado.

—No te preocupes y ¡muchas gracias!—la abrace.

Después de unos minutos de que la estilista se fuera, me tomé un baño caliente y me dispuse a dormir, no era de noche, pero ya tenía sueño. Supongo que es por lo ocupada que estado esta semana. Unos escalofríos detuvieron mis planes, sentía demasiado frío y eso era algo preocupante ya que era verano.

Deseaba llamar a Oliver o a Dylan, pero sé que ellos deben estar ahora muy ocupados en la planta baja de palacio atendiendo a las demás manadas.  Mire a todos lados y me fije en mi chimenea, que gracias a la Diosa Luna, aun se encontraba llena de leños. Me demoré algunos minutos en encenderlos, después me dispuse a estar lo más cerca posible del calor que estos provocan, para aplacar los intensos escalofríos que sentía. No podía imaginar que esto lo causaba el embarazo, ¿desde cuándo los embarazos provocan escalofríos?. Pero no le encontraba otra explicación, además que me encontraba embarazada de un demonio, es posible que los síntomas del embarazo sean diferentes.

Sentí un dolor inmenso en el vientre que hizo que me cayera al suelo. Después de unos segundos el dolor se fue, pero dejándome con las mayores de las sorpresas, ¡mi vientre al fin creció! ¡oh no! . Me recosté en la cama para descansar un momento.

 ¡¿Pero cómo pudo suceder esto?!

Ahora parecía una mujer de 6 meses de embarazo ¡por la diosa luna¡,  ¡¿ahora que iba hacer?!

Inmediatamente me levanté y fui a ponerme el vestido.

Que me entre por favor.

¡Sí!

El vestido aún me quedaba y me tapaba la barriga. Me saqué el vestido para no ensuciarlo quedándome en ropa interior. Ahora más calmada me acerque al gran espejo que tengo en el cuarto observandome detenidamente. Tenía 2 meses con 2 semanas de embarazo y parecía que me faltaba solo un mes para el parto, menos mal le hice caso a Rosali y no escogí ese vestido muy ajustado que me gusto ¡ahora no me entraría ni de chiste! . En cambio, este lo disimulaba bastante, pero si alguien se detenía a observarme se darían cuenta

Creo que no podré pasar mucho tiempo en la fiesta.

—Lucy—escuche en un pequeño susurro.

Cerré los ojos intentando no gritar asustada, Alan estaba parado en la puerta viendo por el reflejo del espejo que tengo al frente como ahora tenía el vientre. Después de tanto trabajo que me había costado ocultárselo ahora el me veía casi desnuda con una panza enorme. No sabía si llorar o correr o no sequé.

ALFA KINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora