CAPÍTULO 7.-primer fragmento

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Mirarlo introducía en Alex unas ganas de vivir intensas, una esperanza única. No importa los problemas que tuviera en esta vida, haría lo imposible por luchar por él.

—¿Te encuentras mejor?

Alan apareció en la habitación que Alex había mandado a arreglar para su hijo. Alex no le dirigía la palabra, solo había simulado estar bien con su hermano el día del entierro de Ruth, para no levantar sospechas. Si alguien descubre la verdad (en especial Matthew) podrían quitarle a su hijo.

—¿Seguirás sin hablarme?

Alex depositó a su hijo en la cuna cuidadosamente y lo tapó con la manta. No importaba nada más que ese pequeño, tampoco quería saber de nadie. En especial de Alan, no quería saber absolutamente nada de él.

Alan suspiró y se concentró en desviar su ira a otro lugar.

—Lucy quiere conocer al pequeño, pero no está segura de que...

—Lucy siempre será bienvenida en esta casa, Rosali también, a los demás no los quiero cerca, suficiente tuve con soportarlos el día del entierro.

—¿No crees que estás siendo muy dramático?

Alan cerró los puños con fuerzas cuando después de varios minutos su hermano lo seguía ignorando.

—Entonces le diré a Lucy que puede venir—dijo Alan derrotado—por cierto, Jaime encontró a su mate—

—No me interesa, vete antes que despiertes a Estefan.

Alex se dejó sollozar cuando escuchó a Alan abandonar la habitación, se sentía tan dolido con sus amigos por no hacer nada para evitar que Alan lo obligará a rechazar a Ruth de la manera más cruel posible. Sabía que tal vez no hubieran logrado nada, pero es mejor que quedarse parados observando todo sin evitarlo.

Miro a su hijo dormir y le acarició el rostro.

—Ahora solo importas tu.





***





—Hay un descampado algo profundo en el bosque que tal vez se acomode a lo que estás buscando.

—¿Qué tan lejos está?—Dylan levantó su vista poniendo atención a Jaime.

—¿Unos 50 minutos caminando en forma humana?—respondió rascándose la cabeza—. Algo así.

—¿Cómo es?— Rosali cogió a Jaime del brazo y lo sentó a su lado—. ¿Es muy bonito?

—Bueno, tiene un buen aspecto además hay un pequeño arroyo en la parte central, creo que ahí podrían montar un pequeño altar—dijo Jaime cogiendo una galleta.

—¿Cómo conoces ese lugar? — Dylan parecía más interesado

—Cuando yo tenía 8 años, mi abuela antes de morir me llevó a ese lugar para sembrar semillas de hortensia alrededor del descampado, dijo que había un buen flujo de agua debajo de la tierra y que crecerían muy bien ahí— Jaime se sintió algo triste al recordar a su abuela—. Murió días después y yo no volví a regresar a ese lugar porque le trae dolorosos recuerdos de ella.

—Lo siento mucho Jaime— dijo Rosali cogiendo su mano.

—No hay problema, además ella estaría encantada de que ese lugar sirva para celebrar una boda—le sonrió a Dylan—. Aunque es bastante irónico que sea la boda de Matt, creo que él era una de las razones por la cual mi abuela fue a plantar a otro sitio, Matt siempre destruía sus flores del Jardín, aunque no ha propósito.

ALFA KINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora