CAPÍTULO 34.-tercer fragmento

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—Toma esto, te hará sentir mejor.

Dylan le entregó una pócima a Jaime, este lo miró con desconfianza.

—Estoy en perfecto estado.

—No lo estás —sujetó su mano y colocó la pócima—. No lo estas desde hace mucho y creo que has empeorado desde que sabes que Lauren está embarazada, estás actuando como lunático —Dylan empezó a hacer un círculo invisible alrededor de Jaime—. Tu aura está muy oscura, debería hacerte un baño de florecimiento.

—No creo en esas cosas.

—Me han llegado unas hierbas sudamericanas que me ayudaran a espantarte tan malas vibras —le sonrió.

—¿Para qué exactamente es esto? —levantó la pócima cambiando de tema.

—Ayudará a mantener tu lobo a raya —alzó una ceja—. Yo pensé que tú practicas mucho el auto control de tu lobo porque estabas en contra de la violencia, pero me contaron que es más porque tu lobo es algo..., problemático.

—Es más que eso —responde Jaime—. Mi lobo es maligno, pero lo sé controlar.

—No es cierto —Dylan se acerca más a él y posa su mano encima de su hombro—. Mi querido Jaime, estas que pierdes los papeles y es porque tu mate está embarazada y ni siquiera la has marcado, es normal que estés así.

Jaime suspira derrotado tomándose la pócima.

—Gracias —dice mientras empieza a sentir los efectos rápidamente—. Ve a llamar a Oliver y a los demás, avisame en caso las cosas no hayan salido como lo planeamos.

—Querrás decir cuando no salga como tú lo planeaste —Dylan le acaricia la mejilla—. Por cierto, definitivamente lo tuyo no es amenazar a las personas —Jaime alza una ceja—. Deja esas cosas para Alan, tu eres más inteligente que eso.

—¿Ahora me espías?

Jaime aparta la mano de Dylan, sin soltar su mano y apretando con fuerza.

—Solo estuve en un lugar equivocado, en un momento equivocado —Dylan no esquivó la mirada penetrante de Jaime, aunque ya le empezaba a doler la muñeca.

—No pongan a prueba mi amistad, Dylan.

Jaime se aleja dejando a Dylan con las palabras en la boca.




***




—Llevamos 27 minutos esperando —dijo el alfa francés de "clair de lune"—. Esto es una falta de respeto.

—¿Eres parte de la manada de mi chino favorito? —preguntó Luke mirando al extraño en la gran mesa—. ¿Por qué no estás en las sillas de atrás?

Cada alfa tenía acompañantes que se sentaban detrás de ellos alejados, solo hablaban si sus alfas le daban permiso.

—¿Cuántas veces tengo que decirte que soy Japones? —gruñe el alfa de shirookami—. Claro que no son mi familia.

Luke lo miró confundido y miró a Jaime.

—¿Quién es este? —dijo señalando al extraño.

—Me presento ante todos —el hombre se levantó haciendo una pequeña reverencia—. Soy Jung Nyunk, soy el alfa de "Polvo de Luna" y líder de las manadas de Corea.

ALFA KINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora