Seres de la Oscuridad SDLO [VampireAndWolf]

Capitulo 40.5

"Lili y Shuka"

(Está charla se realizó tras el capítulo 28)

- ¿Sabes? Conocí a tus padres. - confesó Miyuki a una adormilada Hakuro.
- ¿En serio? - pregunto casi en un susurro. Temiendo que sólo fuera algo de su imaginación.
- Por supuesto, tu padre fue el primer lobo que me tendió su mano... o bueno, también fue el primero en clavarme sus dientes en la pierna. Incluso, casi me las arranca - contestó ella riendo ante aquel recuerdo.
- ¿Cómo lo conociste?
- Uhmm... digamos que estaba cazando y me encontré con tu madre. ¡Pero no la ataque! Yo simplemente estaba buscando un animalito pequeño que me permitiera humedecer la garganta. Tu madre se había caído así que ayude a levantarse, entonces nos vio Shuka y pensando que la estaba atacando se fue a por mi pierna.
- ¿Y qué paso?
- Tu mama me protegió, se lanzó a por él para que dejará de morderme. Dios bendiga a tu madre por eso o me hubiera quedado sin una extremidad.
- Mi papa siempre protegió a mama - la mirada de Hakuro se oscureció de repente recordando el ataque. - Incluso si él salía lastimado.
- Ellos te querían Hakuro, incluso si lo llegas a olvidar, aquí estoy yo como prueba. Porque estuve con ellos mientras estabas en su vientre.
- ¡¿De verdad?!
- ¡Por supuesto! Yo fui la primera en conocerte
- Estaba en nuestro destino ser amigas entonces – Comento sonriendo.
- ¿Sabes? Yo creo que en cualquier ámbito hubiéramos sido amigas. Porque yo te quiero mucho tal y como eres.
- Yo igual. Incluso si prohíben estar contigo seguiría siendo tu amiga

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[Pov Lili]

La primera vez que lo vi fue cuando el Clan decidió visitar una de nuestras aldeas, donde nosotros le preparamos un banquete y un baile por la noche. Aquel día estaba buscando a mis sobrinas pues tenían la mala costumbre de tomar mi ropa y dejarla en cualquier parte.

Hubo una vez en que tomaron mi ropa interior y la dejaron en la iglesia central, es tan vergonzoso recordar la cara del padre cuando descubrí la ropa colgando en las paredes.

Nuestro encuentro se debió a ellas, jugando con mis vestidos llegaron a la casa donde se estaban quedando y envolvieron a los invitados.

Fue una reacción instantánea, solo con verlo supe que ese atractivo irradiaba más que poder, era peligroso. Intente actuar casual pero aquella visita tenía tanta testosterona que no pude evitar mostrarme tímida, apenas y hable con ellos. Jamás vi sus ojos, era demasiada la vergüenza que sentía al dirigirme a él, incluso ignore a la pareja Tora en un intento por pasar inadvertida.

Nuestra primera charla fue en el último baile, estaba sin pareja y prácticamente me moví con el viento... o por lo menos así fue hasta que unos brazos me rodearon y me obligaron a darme la vuelta. Sabía que era el, lo supe por la forma en que mi cuerpo se estremeció con su toque, estaba tan atrapada en sus brazos que con suerte mantuve mi vista fija en su cuello, no podía mirarlo a los ojos, sentía que si miraba aunque fuera por un segundo quedaría atrapada por siempre.

Bailamos lento, un movimiento sensual y cálido. Él nunca me obligo a llevar su ritmo, al contrario, él era quien se acostumbraba al mío y cuando sentía que yo me estaba alejando de su cuerpo con suavidad presionaba su mano en mi espalda y me arrastraba hasta que nos uníamos nuevamente. Eran tan fuertes las sensaciones que me trasmitía que lo único deseaba era que acabara la pieza para poder huir de todo ese poder.

Quizás el sintió ese dilema en mi interior, porque de repente acaricio mi rostro y me beso en la frente.

-  Tranquila – susurro en mi oreja. – No necesitas estar tan tensa conmigo, iremos a tu ritmo, siempre a tu ritmo – No pude evitarlo. En cuanto susurro esas palabras busque su mirada, necesitando ver la expresión que tenia. Una vez nos vimos pensé que moriría, era maravilloso. Tenía la apariencia de un hombre, peligroso y seductor, pero en sus ojos solo vi una mirada gentil que expresaba satisfacción. – Hasta que por fin me dejas verte, pensé que no me darías ese privilegio – exclamo mientras tomaba mis mejillas en sus manos. – Eres hermosa ¿Por qué bajas la mirada? No te ocultes de nadie, mucho menos de mí, quiero que todos sepan lo bella que eres.