Clases

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La tercera hora de clases estaba por terminar y yo me moría del sueño.

Sonó la sirena indicando la finalizacion de la aburrida clase de historia, salí del salón de inmediato.

Fui a la cafetería porque tenía bastante apetito, Lucía estaba en otro paralelo es por eso que solo nos encontrábamos en la hora de almuerzo.

---¿Vas a comer todo eso, tu sola?
Rodee los ojos.

---¿No te fue bien con Dorian anoche no es así?

Solté la hamburguesa que tenía en las manos y esta cayó al plato como piedra.

Negué con la cabeza mientras mi amiga se sentaba al frente mio.

---Comes de ésta forma---señaló mi plato lleno de comida chatarra---cuando tienes ansiedad.

Tomé nuevamente mi hamburguesa y empecé a dovorarla sin piedad.

---¿Có..como sabes eso?
Le pregunté aún con la boca llena.

---Olvidas que te conozco desde el pelo hasta la punta de los pies...

Ahora mi amiga se creía Arjona, genial.

---Después te sentirás tan culpable que irás a vomitar.

La miré de reojo y seguí comiendo.

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---Por último, dijo que nunca tendría nada conmigo.

Le había contado a Lucía todo lo ocurrido con Dorian la noche de ayer.

Bajé la llave del water después de haber vomitado y salí del baño mientras mi amiga me miraba inquieta.

---Es que Sof, él es un pez gordo, imagina cuantas chicas se le han de regalar...con suerte y no es gay.

Me acerqué al lavabo y moje mi rostro.

---Le he dejado claro que quién pone las reglas del juego aqui, soy yo.

---Tengo entendido que tiene un bufete de abogados que trabajan solo para él.

Fulmine con la mirada a Lucía y está solo levanto los hombros.

---¿Sabes? no ayudas en nada con tus comentarios, será mejor que me vaya, nos veremos después.

Tomé mi mochila con brusquedad para irme, no quería seguirla escuchando.

---Vamos Sof no te ponga así..
Pasé por alado ella sin responder nada.

Caminé por los pasillos, no había casi nadie en ellos, hasta que una chica bajita rubia me abordó.

--Hola..Sofía, soy Clara.
Dijo interponiendose en mi camino.

---Quítate.
No estaba de humor para soportar a nadie.

La rubia sonrió viéndose muy patética, bien una fantasmita amigable, esto era lo último que me faltaba.

---Sí...si,eh..yo quería contarte que haré una fiesta éste sábado en mi casa.

---¿Y?
Pregunté fastidiada mientras miraba a otra parte.

---Me gustaría que vayas...

Reí a carcajadas y ella sonrió.

---Ay pero que graciosa eres, me has hecho el día.

La miré de pies a cabeza, era un esperpento.

---¿Entonces eso quiere decir que si irás?

Preguntó ilusionada.

Me acerqué a ella lo suficiente para quedar frente a frente.

La hija de mi sirvientaWhere stories live. Discover now