Secuestro 3/3

43.8K 2.7K 463
                                    


---¿Leo?

Frente a nosotros apareció otro de ellos pero lo más sorprende de todo fue que junto a el se encontraba Sabrina, la pobre temblaba del miedo casi tanto como yo.

---¿Te diviertes?

El tal Leo sonrió con sorna, se quitó su máscara y se colocó detrás de mi.

---Estaba a punto de hacerlo hasta que nos interrumpiste ¿No es así preciosa?

Sentí su repugnante lengua en mi oído y me estremeci.

¡Qué asco!

---¡Responde maldita perra!

Pegué un brinco tras su grito.

---Si..así fue.

Tragué saliva y miré al tipo frente a mi, el tampoco llevaba su máscara puesta.

¿Acaso no les importaba exponer su identidad ante nosotras?

No porque los muertos no pueden reconocer a sus asesinos.

---Que tal si mejor nos divertimos los 4, así podemos intercambiar.

Sabrina y yo nos miramos con lástima la una a la otra.

Leo guardó silencio por un par de segundos, los que para mi fueron eternos.

---De acuerdo.

¡Dorian ayúdame!

¡Mamá, no quiero vivir esto por favor!

Mi mente se desconectó de mi cuerpo para cuando nos obligaron a adentrarnos en el interior de los baños.

---Desnudencen.

Sabrina empezó a sollozar y yo empecé a quitarme la ropa. Tal vez si hacía lo que me pedían yo saldría viva de ahí.

¿Pero para que vivir después de una violación?

¿Valía la pena seguir viviendo después de eso?

De todas formas mi vida era una completa mierda.

---No haré esto.

Hablé firmemente.

Todos me miraron incrédulos incluida Sabrina.

---¿Qué has dicho?

Preguntó mi verdugo ladeando su pistola muy cerca de mi pero yo ya no le temia.

Me armé de valor y lo encare.

---¡Qué no haré esto maldito hijo de puta! ¿Me escuchaste? ¡Jodete!

Mi respuesta lo enojó por completo, tanto, que podía notar como las venas de su cuello brotaban.

---Estas muerta niña.

Se abalanzó sobre mi y empezó a atacarme.

---¡¿Oye tu a dónde vas?!

En el suelo aquél sujeto me abofeteo y empezó a rasgar mi ropa para luego duramente abrir mis piernas mientras yo forcejeaba con el. No se la dejaría tan fácil.

----¡Vuelve aquí!

Sabrina salió corriendo y el otro sujeto fue tras de ella.

Continúe forcejeando con Leo hasta que se escuchó una leve detonación.

---¡Maldición!

Mi atacante se alejó de mi y salió corriendo en búsqueda de su cómplice.

Como pude me las apañe para ponerme de pie, estaba demasiado agotada.

La hija de mi sirvientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora