Dirección general

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Las clases habían terminado, y yo debía ir a dirección general para que la modista tomará mis medidas.

Me despedí de Mario y Carmen para rápidamente dirigirme a mi destino.

---Buenas tardes...

Entré saludando pero la mujer de la recepción me ignoró por completo.

---Buenas!!!!

Levanté la voz provocando que aquella mujer hiciera una horrible mueca.

---La modista no podrá venir hoy, ven mañana.

Rodé los ojos fastidiada y me quejé, estuve a punto de irme cuando prácticamente choque con alguien, parecía un maestro.

---Disculpe no lo vi.

Me escuse de inmediato.

---Tranquila, vos sois Sofía..¿Verdad?

¿Acaso todos los maestros sabían mi nombre?

---Si, la misma.

Respondí desconfiada.

---Mucho gusto, Ernesto de la Rivera, psicólogo de la escuela.

Genial, un loquero.

---El gusto es mío.

Respondí seca, aquél sujeto me observaba meticulosamente, seguro me psicoanalizaba ahora mismo.

---Me gustaría que me acompañaráis a mi oficina, solo será un momento.

Actúa normal , actúa normal, que no se enteré que estas loca...

---Claro.

Sonreí y bati mis pestañas amigablemente.

---Vale, seguidme entonces.

Seguí al señor Ernesto hasta la que supongo debía ser su oficina, la cuál más bien parecía una biblioteca por la cantidad de libros que había en ella.

Entró y cerró la puerta, yo solo miré todo a mi alrededor.

---Tomad asiento por favor.

Dijo sonriendo.

---Esta bien, gracias.

No le daría material para ser alguna clase de experimento suyo.

---Vale, no se si revisasteis tus itinerarios pero deberás venir conmigo dos veces por semana.

Moví mi cabeza en negativa y enseguida abrí mi bolso para buscar mis horarios.

---Bueno, no los habéis visto al parecer, pero ya lo sabéis ahora. Dorian me ha comentado que has pasado por momentos traumaticos en estas últimas semanas, razón por la cual me gustaría ayudarte.

Reí sin poder evitarlo, aún me dolían un poco las costillas al hacerlo.

Justo cuando Deluxo no podía sorprenderme más, salía con esto.

Maldito mal nacido, no sabes cuanto te odio.

---Creo que el que necesita ayuda es él.

---¿Y tu no?

Para nada.

---¿Parece que la necesitará?

Respondí divertida.

---Todos necesitamos ayuda en algún momento en nuestras vidas.

---No respondió mi pregunta.

Sonrió y apoyó su mentón en una de sus manos pareciendo muy interesado en lo que yo le decía.

---Aparentemente no.

Sonreí victoriosa.

---En vista de eso, no le quitaré más su tiempo, así que me voy.

Tomé mi bolso y me puse de pie para irme.

---Antes de que te vayas, por favor llena estos tests, ya sabes, son las típicas preguntas de rutina para conocer tus gustos, preferencias, etc.

Probablemente esos eran los típicos tests de personalidad.

---No, debo ir a...

---Os prometo no molestarte durante toda esta semana ¿vale?

Odiaba el acento español, todas las Ss las reemplazaban por Zs al hablar.

---Esta bien.

Me volví a sentar y enseguida el Sr Ernesto me entregó un folleto lleno de preguntas, las cuales miré con fastidio.

---¿No le parece que son muchas?

Quizás me llevaría toda la tarde responderlas.

---Necesito conocerte mejor Sofía, espero os comprendas eso.

Actúa normal, actúa normal...

Narra Rhett

Caminaba con Sabrina por uno de los pasillos de la escuela hasta que ella se detuvo.

---Sabes...lo he estado pensando mucho...y creo que lo mejor sería que nos dieramos un tiempo.

Vaya, no me esperaba eso por parte de ella, pero me daba igual, era una aburrida en la cama.

---Sí eso es lo que quieres, por mi no hay problema.

Sus ojos verdes se abrieron exageradamente.

---¿Qué?

---Mira debo irme...Adiós.

Desvíe mi camino y me dirigí a dirección general.

---¡¡No te puedes ir así!!! ¡¡Hey!! ¡¡Rhett!!

---¡¿Es enserio?¡ ¿¡No dirás nada más!?

(... )

---¿Cómo esta la mujer más hermosa del mundo?

Le pregunté a Jhoana la recepcionista.

---Rhett..¿Qué os queréis ahora ?

Sonrió coqueta.

---Información...

Jhoana estaba a obligada a hacer todo lo que yo le pidiera, de lo contrario, su esposo, un empleado más de una de las empresas de mi abuelo sería echado a la calle.

(...)

Luego de leer el expediente de Sofía Sanders deduje tres cosas acerca de ella.

Primero: Era pobre.

Segunda: Era huérfana.

Tercero: Era puta.

Bueno de lo último no estaba muy seguro pero esa sería la única explicación lógica del porque su tutor legal era el multimillonario Dorian Deluxo, lo más probable era que fornicaban.

Iba a levantarme para salir de la dirección cuando la vi al fondo del pasillo de la dirección, específicamente estaba parada en la puerta de la oficina del psicólogo de la escuela.

Me acomode mejor en el mueble y me dediqué a observarla detenidamente, ella no notó mi presencia ya que conversaba con Ernesto.

Piernas largas, cintura estrecha, tetas perfectas, rostro entre angélical e infernal y posiblemente una muy buena chupapollas.

---¡Hey! ¡Rhett reacciona! Debes irte, Wanda debe estar por llegar y no sería bueno que te encuentre aquí.

---Oh tranquila, ya me iba..adios.

Tomé mi mochila y salí de la dirección, sonreí al darme cuenta que estaba duro como una roca.

Ya quería tener esas fotos en mis manos...

En galería Sabrina Moore

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xoxox

La hija de mi sirvientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora