Él

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Hoy era un hermoso día, estaba tan feliz que incluso estar en clases me parecía de lo mejor.

---Señorita Sanders, espere un momento, necesito hablar con usted.

La clase de matemáticas había finalizado y Josue quería que me quedará con él.

---Si, dígame.
Todos los alumnos ya habían salido.

---¿Ya me olvidaste acaso?
Preguntó mirándome de pies a cabeza.

---En realidad, estoy saliendo con alguien y creo que lo mejor es terminar con ese jueguito que teníamos.

Me miró incrédulo mientras negaba con su cabeza.

---Para mi no fue un juego, yo he llegado a sentir algo por ti.

Sonreí y él me miró serio.

---Eso no es verdad, solo me usaste todo este tiempo.

¿Qué es lo que pretendía?

---No te hagas la víctima que no te queda, tu hiciste lo que hiciste porque quisiste.

Eso era verdad, yo también lo desee.

---Tienes razón, pero eso ya acabo, así que si no hay nada más que decir me voy, suerte.

Me detuvo del brazo.

---¿Qué es lo que quieres?
Parecía rogarme con su mirada.

---Nada, ya te lo dije.
Me solté de su agarre.

---Quiero estar contigo, en una relación real.

Confesó en un último intento de llamar mi atención.

---Eso es imposible, una alumna y un docente no pueden tener una relación, considera el hecho de tener un poco de ética.

Le dije antes de irme, lo escuché llamarme un par de veces pero lo ignore y me fui.

Josue me gustaba mucho cuando lo conocí, pero nunca sentí nada más por él que no fuera atracción física, con Dorian sentía mucho más que eso.

Llegué a casa y enseguida subí a mi habitación, me duche antes de bajar a almorzar, moría por ver al castaño.

---¿Cómo estuvo tu día?
Preguntó mi madre.

---Bien¿Y dónde se encuentra tu querido Dorian?

Mamá pensaba que me caía mal, eso era lo que yo le había hecho pensar.

---Salió en la mañana, dijo que iría a la empresa a resolver unos asuntos.

Y yo que moría por verlo.

---Mejor, así no tenemos que verle esa cara de amargado que tiene.

Fingi sentirme alegre al no tenerlo con nosotras en la mesa, mi madre rió por lo bajo.

---Debes conocerlo más a fondo, luego te darás cuenta que es un buen chico.

Si mi mamá supiera que yo ya lo conocía, y bien a fondo.

Luego de almorzar subí a mi habitación a escuchar un poco de música hasta que me llegó un mensaje.

E: Estoy abajo, ven.

Era Ethan, este era el segundo día que faltaba a clases.

S: Ven tu.

Me daba mucha pereza bajar.

E: Ok, voy.

Tocaron la puerta y enseguida abri encontrándome con el ojiazul.

---Hey, ¿Por qué tan perdido?
¿En que andas metido ahora?

La hija de mi sirvientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora