Mal humor

62.1K 3.2K 422
                                    

Desperté de muy mal humor, debido a lo poco que había dormido la noche de anterior, ahora mismo todos nos encontrábamos desayunando muy "amenamente" nótese el sarcasmo en mi frase.

---¿Me pasas la sal por favor?
Larry agarró mi mano junto con el salero, una sonrisa un tanto extraña apareció en su rostro mientras tocaba mi mano, iugh.

---Gracias, Sofía.
Respondió "Woddy", me solté de su agarre evitando hacer una mueca de desagrado.

---¿Qué tal durmieron anoche?
Cuestionó Eva, mirando a Dorian, a mi mamá y a mi.

---Pues yo dormí como una bebé.
Expresó mi madre entre risas.

Deluxo y yo nos miramos un par de segundos, su rostro no reflejaba emoción alguna.

---Por favor, Alonso necesito que alistes mi caballo en cuánto termines de desayunar.

Habló él castaño con un tono bastante serio, al parecer no sólo yo, había amanecido de mal humor.

---Claro señor Deluxo.

La chiquilla de Lizzie no le quitaba la mirada de encima a Dorian y yo ya no sabía si sentir celos o lástima por ella.

---¿!Yo!? ¿ puedo acompañarte!?
Se notaba su entusiasmo al ofrecerse a acompañar al castaño.

Aquello no era para sorprenderse.

---No gracias, me gustaría más bien que tú, junto con tu hermano lleven a Sara y a su hija a conocer parte de la granja.

Sonríe ligeramente al escucharlo referirse a mi de aquella forma.

¿A que juegas Dorian Deluxo?

---Si, claro.
Respondió Lizzie fingiendo empatia.

---¡Eso sería maravilloso!
Aseveró por su parte mi madre muy emocionada, a ella le encantaban los animales y seguro aquí encontraría muchos de ellos.

Luego de ducharme y cambiarme, bajé al primer piso, ahí ya se encontraba mi madre esperando a que los hermanos hicieran acto de presencia.

---Madre, ve tu con ellos, yo quisiera recorrer el lugar por mi cuenta.

La verdad era que no me apetecía estar acompañada por esos dos, y suponía que de igual forma no me perdería de nada bueno.

---Es peligroso que andes por ahí sola..---por favor---suplique a mi madre, ella parecía dibutativa.

---Es tan bien, pero no te alejes mucho de la propiedad ¿De acuerdo?

Sonreí de oreja a oreja y la abracé.

---Eres la mejor mamá del mundo ¿Sabias eso?

---Si, ya lo sé.
Músito con orgullo.

Más tarde ya me encontraba caminando por el verde pasto y respirando el aire puro del campo hasta que un perro apareció de la nada, parecía amistoso así que decidí acercarme a el para acariciarlo.

---Eres muy guapo lo sabias.
Le dije rascando su cabeza.

---¿Cómo te llamas pequeñito?
Aún no distinguía muy bien que raza era.

---Se llama macho.
Alguien con una voz grave contestó mi pregunta tomándome por sorpresa. Levanté la vista y lo vi, éste era sin duda el vaquero más sexy que yo haya visto en mi vida. Con mi boca forme una O, "macho" deberías llamarte tu.

---Hola, soy Steven.

Wow, este hombre era rubio, corpulento y alto, lastimosamente aparentaba ser mucho más mayor que yo.

La hija de mi sirvientaWhere stories live. Discover now