La hija de mi sirvienta

Petición

Narra Sofia

El fin de semana había llegado y ya me encontraba en el departamento, luego de almorzar sentí un poco de sueño por lo que decidí tomar una siesta.

(...)

Abrí los ojos de golpe encontrándome con Dorian parado al pie de mi cama observandome.

---¡Santo cielo! ¡Me has pegado un susto de muerte!

Exclamé alarmada, el castaño pareció apenado.

---Lamento haberte asustado, no fue mi intención.

Colocó sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón. No esperaba encontrarlo aquí, ya que según sabía se encontraba en uno de sus tantos viajes.

---¿A que hora has llegado?

Le pregunte mientras bostezaba.

---Hace un momento, necesitaba hablar contigo, es por eso que estoy aquí.

Habló firmemente lo cuál me desconcertó un poco.

---Dime...¿Sucede algo?

Interrogue.

Dorian tomó asiento en el borde de mi cama, este era el primer acércamiento que teníamos desde hace meses, ya que generalmente no hablábamos más de 5 segundos.

---Pronto será tu graduación y en menos de un mes tu cumpleaños.

Y si, el tiempo había transcurrido muy rápido.

Suspire profundamente.

---Así es, no sabes lo ansiosa que me encuentro al respecto.

Sonreí emocionada.

---Habrá que celebrarlo por lo grande.

Mis ojos se desorbitaron.

---¿De verdad?

Cuestione incrédula.

---Si pequeña, se llevará acabo una gran fiesta por tu cumpleaños y futura graduación.

Me arroje a los brazos del castaño sin pensarlo dos veces.

---Gracias, gracias.

Repetí seguido mientras escuchaba una risilla salir de él.

---No hay de que, linda.

Deshice nuestro abrazo y me levanté de la cama.

Rápidamente busqué ropa en mi closet para cambiarme, había quedado de verme con Rhett en no menos de una hora.

Narra Dorian

---¿Saldrás?

Sofía sacó un vestido de su armario y yo como idiota no podía dejar de observarla.

---Si, quedé en salir con Rhett.

Hice una mueca al escuchar aquél desagradable nombre, ella estaba de espaldas hacia mi, así que no me vio hacerlo.

Me levanté de la cama y me dirigí hasta la puerta.

---No llegues muy tarde.

Le dije antes de salir de su habitación.

---¡Ok!

La escuché gritarme.

Caminé hasta mi despacho y me senté en uno de los muebles, a mi mente vinieron los recuerdos de la petición que Sara me hizo la última vez que la vi.

Flasback...

---Debo decirte algo muy importante Sara.