Fiesta pueblerina

65.9K 3.2K 445
                                    


Narra Sofía

----!No te muevas mucho!
Le grité al castaño, él solo se carcajeo.

---Tranquila, te prometo que no te pasará nada.

Sentí que beso mi mejilla izquierda.

Poco a poco empecé a disfrutar de montar el caballo de Dorian, ya que me habia convencido para dar un pequeño paseo junto con él en aquel hermoso animal.

---Lo ves, no hay de que preocuparse.

Susurró cerca de mi oído, Deluxo se encontraba detrás mi, tenía sus manos sobre mi cintura y yo me sentía sumamente feliz al tenerlo tan cerca, nuestros cuerpos se rozaban con el galpeo incesante de su caballo.

---Es maravilloso.
Sonreí al ver el hermoso atardecer que aparecía frente a nuestros ojos, pero lo que más me llenaba era el sentir los brazos de Dorian abrazandome.

---Me alegra que te guste.
Besó mi cuello con ternura.

---Es porque tu estas conmigo.

Si, ahora me había escuchado terriblemente cursi y empalagosa, lo sé.

---Aw, pero que linda, nunca te había escuchado decirme algo así desde que te conozco.

Nunca fui muy afectiva en mis relaciones pasadas.

---Disfruta del momento entonces.
Respondí divertida.

---Lo hago, créeme que es así.
Se abrazó más a mi y beso mi mijilla desde atrás, luego solo suspiró profundamente.

Más tarde regresamos a casa y cenamos. Eva y Alonso nos comentaron acerca una fiesta pueblerina a la que acostumbraban a ir todos los años, justamente está se llevaría a cabo la noche de hoy.

---Deben acompañarnos, les prometo que no van a arrepentirse.

Expresó Eva con gran entusiasmo.

---No lo sé, yo paso, me siento un poco cansado, no se si ustedes quieran ir.

Respondió Dorian dirigiéndose a mi madre y a mi.

---Pues si es así como la comentas, pues yo si voy.

Afirmó mi madre.

---Muy bien ¿Y tu Sofía?

Todos fijaron su mirada sobre mi esperando una respuesta de mi parte.

Era obvio que no tenía ganas de asistir a aquella fiesta pero por otra parte no quería que mi madre fuera sola, ya que al parecer el castaño no tenía la más mínima intención de ir.

---Claro, porque no.
Agregué mientras apartaba de mi el plato casi ya vacío que me habían servido.

La rancherita me lanzó una mirada fulminante.

---!Perfecto!
Expresó Eva muy efusivamente.

La noche había llegado, ahora me encontraba ayudando a mi madre a maquillarse.

---Ma, ¡No te muevas!

Estaba terminando de delinear uno de sus ojos.

---Pero si casi ni respiro..

Habló tratando de no mover mucho  sus labios.

---¡Listo! ¡Ya está!

Mi madre se miró al espejo luciendo maravillada.

---¿Esa soy yo?
Espetó incrédula.

---Si...esa guapa jovencita eres tu.

Reímos ante mi comentario, la verdad es que ella lucía realmente hermosa.

La hija de mi sirvientaWhere stories live. Discover now