La hija de mi sirvienta

Internado

El Colegio Internacional Lafrane era uno de los internados más prestigiosos de España, aquí se encontraban hijos de familias acaudaladas, el lugar era totalmente deslumbrante.

---Seguidme por aquí cariño.

Durante todo el camino la señora Wanda se la pasó hablandome acerca de la historia del colegio, mis ojos se desviaban hacia los estudiantes que pasaban y murmuraban a mi paso, la mayoría de las cosas que decían no eran muy buenas.

Los pisos, las ventanas, los pasillos, las luces, todo era perfecto además de que parecían brillar inmaculadamente.

---Y esta será vuestra nueva habitación.

Me entregó una tarjeta que yo rápidamente tomé.

---El día de mañana a las 8 am deberáis ir a la dirección para que os entreguen tus respectivos horarios, también os entrego un mapa para que podáis ubicarte.

Sonreí tomando el mapa también.

---Gracias.

Me parecía gracioso el acento español, sentía que estaba en una película de esas de traducción española.

---De nada, cualquier cosa que necesitéis me avisas, estaré en la dirección.

Observé en el mapa en donde se encontraba la dirección y asinti con la cabeza.

Finalmente ingresé a mi nueva habitación, está era enorme, con muebles bancos por doquier y una gran cama de dos plazas, pero lo que  realmente llamó mi atención fue el darme cuenta de que no estaba sola.

---Hola mi nombre es Sofía ¿Y el tuyo?

Una chica de cabello castaño rojizo  me miraba desde un escritorio al fondo de la habitación, ella no respondió mi pregunta.

---Bueno sino quieres hablar, no insistiré.

Afortunadamente mis maletas estaban a un costado de la cama, enseguida saqué una la pijama y ropa interior de una de ellas para de inmediato meterme a la ducha.

El baño era amplio y eso me encantaba, se me complicaba bastante poder bañarme enyesada pero debía arreglarmelas. Salí del baño envuelta en una toalla, mi compañera de cuarto me miraba fijamente.

---Kloe...

La escuché susurrar, ahora se encontraba en la que parecía ser su cama.

---¿Qué?

Pregunté mientras me vestía.

---Mi nombre es Kloe.

Mi boca formó una O.

---Bien Kloe, creo que debemos llevarnos bien, digo, porque seremos compañeras de cuarto.

Dije mientras secaba mi cabello, aquella chica me miraba de forma extraña.

---De...de acuerdo.

Respondió bastante tímida.

Quizás ella no tenía muchos amigos, parecía demasiado introvertida.

---Mañana hablamos...

Bostece, me sentía agotada.

---Tengo mucho sueño.

Me acosté en la cama y me cubrí con la sabana para en cuestión de segundos quedarme dormida.

(...)

Me desperté exaltada, una chica que estaba muy cerca de mi no dejaba de observarme, ah si, era mi compañera de cuarto.

---¡Qué susto me has dado niña!