Móvil

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Nuestro Dorian ha cambiado chicas, o quién sabe y tal vez...el siempre fue así.

Narra Sofía

Mientras conversaba con Roger, Maria y Carmen me observaban desde otra mesa en la cafetería, no podía evitar sonreír ante los gestos que me hacían a lo lejos.

---¡De verdad que gracioso eres!

Roger tenía muy buen sentido del humor, quien lo diría.

---Es un placer casi sexual para mi, hacer que sonrias de ese modo como lo haces ahora mismo.

Aquél chico miró mis labios al hablar y enseguida me sonroje.

---Bueno...creo que debo irme.

Agregué sin preámbulos y un tanto incómoda.

---¿Ya te vas ? ¿Tan rápido?

Tomé mi bolso y me puse de pie, él imitó mi acto.

---Si...tengo mucho sueño.

Dije casi bostezando.

---Os entiendo mi bella durmiente pero al menos... ¿Podríais darme tu número?

Me guiño un ojo.

---Amm... mejor dame el tuyo, lo guardo y te timbro para que agregues el mio ¿Vale?

---Ok, venga.

Es que no sabía cuál era el número de mi móvil.

---Perfecto.

Al final me despedí del chico rubio y saludé rápidamente a Carmen y a Mario prometiendoles que pronto les contaría lo que sucedido con Roger.

Salí de la cafetería y caminé por los pasillos hasta que fui abordada por aquél alto chico, el de mirada perturbadora.

Nos miramos fijamente, era como ver al mismísimo diablo en persona, me gustaba pero me asustaba al mismo tiempo.

Pegué un grito al sentir que me tomó por la cintura para acercarme a el con violencia.

---¿Qué.. que haces?

Su boca estaba muy cerca de la mía.

---¿Qué parece que hago?

Sentía su caliente respiración en mi rostro.

---Sueltame.

Exigi nerviosa, su agarré no se aflojó ni un poco.

---Ese día no me dijiste si yo te gustaba así como tu a mi.

Su manzana de Adan se le marcaba al hablar.

---No me lo preguntaste.

Y su perfume..mm...su perfume olía delicioso.

---!No juegues conmigo y dime ya si te gustó o no!

Quitó su mirada de mi por unos segundos, parecía fastidiado al no obtener una clara y rápida respuesta de mi parte.

Yo no trabajo bajo presión amigo mio.

---Pues no Rhett, no-me-gustas...

Le deletre, éste solo me lanzó una mirada asesina para posteriormente soltarme de su agarré con brusquedad, hizo una mueca extraña con su boca y yo sonreí divertida.

---Déjame adivinar...al niño rico de Rhett nadie le dice que no, y siempre tiene lo que quiere ¿No es así?

Sonreí burlesca.

La hija de mi sirvientaWhere stories live. Discover now