La hija de mi sirvienta

Nuevo hogar

Me había convertido en una completa inútil al tener mi brazo derecho enyesado, por suerte ya me habían dado el alta.

Andrés me había hablado acerca de la posibilidad de viajar a España por disposición de Deluxo, la documentación necesaria para poder hacerlo estaba lista solo esperaban a que me recuperará un poco más.

No tenía la más mínima intención de viajar a ninguna parte, pero tampoco queria perder la oportunidad de joder a Deluxo por nada del mundo, así que estaba considerando el hecho de ceder al respecto.

---En vista de que te veo mucho mejor ¿Considerarias el hecho de viajar esta semana?

Andrés y yo almorzabamos en el jardín cuando volvió a mencionar lo del dichoso viaje.

---No se cual es el apuro en realidad.

Llevé a mi boca un poco de pasta para luego tomar un sorbo de agua, todo con torpeza, aún no me acostumbraba a usar mi mano izquierda.

---Linda, es Dorian el que insiste en que vayas, yo por mi parte viviría aquí a tu lado encantado de la vida.

Habló con tono seductor, yo solo sonreí.

---Vivamos aqui...los dos...juntos.

El me gustaba, no tanto como Dorian claro, pero ahora estaba dispuesta a olvidarlo y a joderlo, que mejor manera de hacerlo que ligandome a su amigo.

---¡Wow! Eso no me lo esperaba.

Sabía que también yo le gustaba, además que durante todo este tiempo el había cuidado bien de mi.

---Yo creo que si...

Lo miré coquetamente, el por su parte parecía aturdido.

---Te diré algo...

Hice un gesto para que prosiguiera.

---Estoy amenazado por Deluxo, y si intento algo contigo me irá muy mal.

¿Por qué eso no me sorprendía?

---Nadie tiene porque enterarse...

Susurre acercándome peligrosamente a él.

Sus ojos cerrados y su respiración agitada solo me demostraban lo atraído que se sentía hacia mi.

---Hay cámaras en toda la casa...seguramente nos está vigilando ahora mismo.

Sólo había una solución para eso.

---Escapemos...

Hablé muy cerca de sus labios.

---Esa es una interesante propuesta...

Presionó sus labios con los míos en un apasionado beso y me volvio a suceder lo de mismo siempre, no sentí nada.

El no era quién yo quería que me besara.

---No sabes lo difícil que ha sido para mi controlarme todo este tiempo...

Afirmó juntando su cabeza con la mía luego de habernos separado.

En seguida su móvil sonó y para asombro de ambos en la pantalla se observaba el nombre de nuestro dolor de cabeza.

---No contestes...

Traté de persuadirlo.

---Debo hacerlo sino será peor, conozco a mi amigo.

Nervioso atendió la llamada.

---¿Qué sucede Dorian?

Andrés apartó su mirada de mi, traté de escuchar la voz de Deluxo, ya saben, solo para saber que decía, no era como que me moría por escucharlo, no para nada.