6. Síntomas

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De padre canela nació un niño blanco como el lomo de un armiño, con los ojos grises en vez de aceituna, niño albino de luna 🎶

* * *

Había pasado alrededor de una semana de que Magnus y Alec habían estado juntos, de que la Luna y el mortal habían sido uno, y Alec se sentía diferente, cosas que no podía explicar le estaban sucediendo.

Un día, saliendo de clases, había sentido que iba a desmayarse. Tuvo que sostenerse de la pared, empezó a ver borroso y cerró los ojos un momento, lo extraño fue que en cuanto los cerró apareció la Luna tras sus párpados. Llena, enorme, brillante. Creyó escuchar un susurro, pero no entendió qué dijo... Después de eso se había sentido mejor.

Estaban también las náuseas y no tenía explicación para eso. No había comido nada diferente estos días, ni se sentía enfermo, a excepción de eso y aquellos mareos que a veces le sucedían.

Y luego estaba aquella irrefrenable necesidad de que fuera de noche, era como si, literalmente, necesitara salir al balcón y verla. A la Luna. Verla y sentir su luz en su piel. Había como pequeños aleteos en su estómago, en su vientre, y había terminado por salir sin camisa. Su piel pedía por aquel astro.

Y eso no era normal.

A eso había que agregar sus malditos antojos. Despertaba a media madrugada con hambre y no de cualquier cosa. Cosas dulces, muy dulces, o muy saladas, o muy picantes. O, lo peor, mezclas extrañas.

Tenía que hablar de esto con alguien y no se le ocurría nadie más que Esperanza. Sus hermanos no lo entenderían.

Se quedó un rato más mirando la luna. Ya no era tan grande, hacia ya una semana había estado llena, y él había pedido su deseo. Sonrió al darse cuenta que una de sus manos estaba en su vientre desnudo. Creyó haber visto un punto en la luna cambiar de plateado a dorado, y quiso recordar algo, pero no pudo.

-Buenas noches -dijo a la Luna antes de entrar a su habitación.

Seguía dejando la puerta abierta.

* * *

Magnus estaba tan nervioso, ansioso y preocupado.

Esto había sido mala idea.

Catarina tenía razón. Alexander estaba cambiando y no sabía por qué y los doctores humanos no iban a entender lo que le sucedía.

Y más que todo tenía esta maldita necesidad de protegerlo, de estar a su lado, de ir y acariciar su vientre, hablar a su hijo.

Era un varón.

Catarina lo miraba en silencio cada noche, hasta que a la séptima no pudo más: -Ve. Arregla eso y no tardes.

Y Magnus lo hizo. Sabía que no tenía mucho tiempo porque no tenía tanta energía como hace una semana.

Entró, en forma de luz, a la habitación de Alexander y después se sentó a su lado con aquel cuerpo que usó la primera vez. De nuevo acarició su rostro y su vientre, ahí sobre la mano que Alexander tenía también sobre su hijo.

Se acercó a su oído y susurró un nombre y su dirección: Tessa Gray.

Tessa era una mujer mística que iba a entender lo que estaba sucediendo. Ya era hora de que supiera que estaba esperando un hijo...

CONTINUARÁ...

ya está por saber, qué creen que pase? 🙈

Hijo de la luna (Malec Mpreg)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora