17. Recuerdos

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Mientras siga viendo tu cara en la cara de la luna 🎶
(Cara luna)

* * *

A la mañana siguiente, Alec vio el biberón en el buró al lado de su cama...

¿Había estado ahí la noche anterior?

Creía recordar que, por alguna razón, había salido con él en la mano cuando salió a ver a la Luna.

A verlo a Él.

Lo único que recordaba era haber pedido "Por favor" antes de entrar y dormirse.

¿Y haber soñado?

¿Soñó con un beso?

Lo sentía. Sentía en sus labios. Recordaba la sensación. Si tocaba con su dedo, todavía había calidez y electricidad ahí.

Nunca se había sentido tan bien un beso, aunque éste fuera soñado.

Y aquella voz. Como el tintineo de una campana. Como la de aquella vez...

<<...en ese balcón tú y yo volveremos a vernos...>>

Pero, en esta ocasión, no podía recordar sus palabras. Había como una bruma en el recuerdo. Algo luchaba por salir a flote, pero simplemente no sucedía.

Una palabra.

Era sólo una palabra. Con M. Estaba seguro, era igual que cuando no recuerdas el sueño pero sabes que hay algo ahí, imágenes sin sentido, ahora tenía, como suele decirse, la palabra en la punta de la lengua.

M.

Cuando Esperanza llegó, él todavía intentaba dar con ella.

-Dime palabras con M -le pidió en cuanto abrió la puerta.

-¿Vas a recibirme con una frase extraña todos los días? -preguntó ella, de nuevo haciéndolo a un lado para pasar.

-Es sólo que... Tengo esta sensación...

Le explicó y Esperanza sonrió, bastante emocionada, casi gritó/chilló su pregunta: -¿Crees que Él, ¡Él!, ha venido en dos ocasiones? Oh por dios, si yo fuera tú no dormiría hoy... ¿Te imaginas como pueda ser? ¡Seguro es hermoso! Es la representa de la Luna, Alec, una divinidad. Si lo ves toma una foto...

Algo desagradable burbujeaba en el estómago y pecho de Alec. Amaba a Esperanza pero no le gustaba que hablara así del padre de su hijo. Como si fuera un objeto, algo sin importancia...o con bastante importancia. Claro que tenía que ser hermoso. Perfecto. ¡Y claro que no iba a tomar una foto si lo veía!

Era suyo. Algo sólo suyo. El padre de su hijo. Su, suyo, de ambos. Era algo sólo entre ellos dos.

-No voy a tomar una foto -fue todo lo que dijo.

Los ojos azules de ella se entrecerraron. -Egoísta... Sabes que todos vemos a la Luna, ¿verdad?

Alec gruñó, sin poder evitarlo. Y ella se rió. -Pero no a él -murmuró bajito.

-Está bien, papá celoso -ella tomó su mano sobre la mesa y la soltó al ver su expresión-. ¿Pasa algo? ¿Hice algo? ¿Es por...?

Los ojos de Alec estaban muy abiertos. Al igual que su boca, en una pequeña O que tardó en cerrarse. Sus mejillas levemente rosadas cuando preguntó: -¿Cómo me llamaste?

-Uh... ¿celoso?

-No. No. ¡Lo otro! La otra palabra...

Ella sonrió con tanta ternura. Alec era tan bueno, se merecía ser feliz. Vivir y criar a su hijo. -¿Papá? -había lágrimas en ambos pares de ojos azules, tal vez el sentimentalismo era contagioso-. ¡Eres papá, Alec!

-Soy papá -sus labios temblaban en un intento de sonrisa. Él acarició su vientre, mientras ella lo abrazaba.

Y, oh sí, era papá. Uno embarazado. Mucho. Con mareos, vómitos, y antojos.

-Te odio -le dijo Esperanza esa tarde, cuando volvieron después de haber pasado horas buscando la pizza dulce que Alec quería-, ¿por qué no una pizza normal?

Alec sonrió, con la boca llena. Su mirada radiante. Todo él expirando felicidad y satisfacción. -Quería una dulce.

Ella bufo, dejando las bolsas de comida en la cocina. -¿Puedo quedarme hoy? Estoy cansada...

-Uumm -Alec pasó el último pedazo de su pizza-. No.

-Ay, por favor, ¿es en serio? Voy a empezar a creer que pasas las noches con él y sólo me usas cuando no está.

Hizo un puchero aunque no iba a funcionar con Alec. -Eso suena horrible. Ambas cosas. Pasó las noches solo y no te uso. Tú me ayudas porque eres tan tan buena...

-¡Chantajista! Llámame si necesitas algo. A la hora que sea... Excepto si es un antojo, eso puede esperar hasta que amanezca.

Alec hizo una mueca ante eso último.

Un antojo no podía esperar... Decían que era malo para los bebés.

* * *

Esa noche no salió al balcón, estaba también cansado. Terminó otra rebanada de pizza y se fue a dormir. Consideró hacer lo que Esperanza había sugerido, quedarse despierto y esperar...pero estaba tan agotado que se quedó dormido al instante.

Y volvió a soñar...



CONTINUARÁ...

Hijo de la luna (Malec Mpreg)Where stories live. Discover now