45. Mortal y luna 🌙❤

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Se besaron bajo el manto de las estrellas, la luna creciente radiante sobre el paisaje. A veces pensaba que podía ser feliz besándolo para siempre.
(Keira Andrews)

* * *

Era, increíblemente, el primer beso de ambos.

Alec sólo había salido con Esperanza y pronto se dieron cuenta que ellos podían ser almas gemelas pero no en una forma romántica.

Y a Magnus, en su vida humana no se le había permitido amar, fue en parte por eso que su padre hizo el sacrificio, y como Dios, no tuvo interés alguno, rechazó la única proposición que le hicieron -Camille- y nadie despertó sentimientos en él ni anhelos de amar hasta que, hace dos Lunas, ese par de ojos celestes lo miraron con tristeza.

Y ahora estaban aquí. En brazos del otro, sus pieles suaves y cálidas resbalando, contrastando el tono pálido del mortal con el moreno del dios. Ojos cerrados, colores compartidos. Sonrisas juntas distorsionándose, moviéndose a un mismo ritmo.

Tras los párpados de Alec, había luz, tanta luz, una explosión, era como estar justo sobre la Luna con toda esa luminosidad prestada. Y era suave, era cálido, y la sensación de paz se extendía hasta cada rincón de su ser, empezando por sus labios chocando con los de Magnus y sus manos acunando su rostro, sus pulgares acariciando suavemente.

Magnus sentía su pecho ronronear de placer, no era algo puramente carnal, era la esencia, el alma de Alexander y la suya reconociéndose en un beso. Era pasión, era dulzura, era anhelo, era su conexión cantando con cada roce de sus labios. Y era muy parecido a lo que cada noche los mortales decían del amor...

Con Alexander contra él, rodeado por sus brazos, su hijo latiendo entre los dos, labios sobre labios, el universo parecía un lugar mejor...

...y casi podía jurar que podían ganarle al sol. Que podían vencer a Camille en su propio juego. Hombre, Dios, o Luna, Alexander lo reconocería siempre. Así como él, en este preciso segundo, sabía que era éste, este mortal su mitad, la que no todos logran encontrar porque está esparcida en alguna parte del universo, y no todos son lo suficientemente fuertes para atraerse.

Alexander y Magnus, el mortal y la Luna, lo eran.



CONTINUARÁ...

se imaginan qué pidió Camille?

últimamente siento que estoy escribiendo más horrible que nunca, si es el caso saben que pueden decirme 🙈 prefiero eso a que lean cosas feas y yo ni en cuenta, sin pena, en esta o cualquiera de mis historias, diganme!

Hijo de la luna (Malec Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora