Hijo de la luna (Malec Mpreg)

16. Beso

Otra luna nueva y yo te quiero, mucho más que tres lunas atrás 🎶
(Te quiero)

* * *

Magnus se acercó, con cuidado de no hacer ruido, hasta la cama de Alec. Dejó el biberón en el buró de al lado. Se sentó junto a él, su mano se posó sobre las de Alec que incluso dormido protegía al bebé, acunando su vientre aún plano.

Acarició sus mejillas, y bajo sus ojos, ahí donde sus pestañas sombreaban la piel pálida. Delineó los labios que se entreabieron al sentirlo. Sus párpados se agitaron y, por un momento, tuvo miedo de que sus ojos se abrieran.

Pero no sucedió.

Siguió dormido. Y Magnus no pudo pensar otra cosa más que Alexander era hermoso. Era diferente. Era especial. Y agitaba algo en su pecho, algo que en tantos miles de años nunca había sentido.

Había deseo rondando su cuerpo desde que había visto a este mortal, pero había algo más. Eso cálido en su pecho... Aquello que los mortales llamaban amor...

¿Podía Magnus, la Luna, estarse enamorando?

¿O qué nombre tenía esto?

Sólo quería dejar el cielo y quedarse, todo en día, todos los días, junto a Alexander. Verlo. Acariciarlo. Cuidarlo.

Ser algo importante para él.

-Me llamo Magnus -le dijo, en voz alta, sin saber por qué.

Él no iba a recordarlo incluso si lo escuchaba en sus sueños.

-Magnus -fue como un suspiro, y él amó la forma en que sus labios se movieron con su nombre. Como su voz cambió cuando lo dijo.

Su corazón dio un salto y Magnus supo que estaba perdido.

Empezaba a sentirse débil, aunque fuerte a causa de Alexander, tenía que regresar ya.

Pero había algo que quería hacer. Sentía que podía dejar de existir si no lo hacía.

Se inclinó muy lentamente, una de sus manos siguió en su vientre, sintiendo el latido de su hijo, la otra siguió rozando su mejilla. Suspiro su nombre con infinita ternura, "Alexander", antes de que sus labios se unieran.

Aquellos ojos azules se entreabrieron un momento. Y sus labios parecieron regresar el beso...

-Voy a volver -prometió sin saber si podría cumplirlo.

Iba a hacer hasta lo imposible.

Toda la noche la Luna no apartó su luz de Alexander, Magnus no apartó su mirada de él.

* * *

A la mañana siguiente Alec vio el biberón en el buró al lado de la cama, ¿había estado ahí la noche anterior?, y...

CONTINUARÁ...

besooo! 🙌 jlijtfds

y aún falta para el encuentro, sean pacientes!