142. Luz de día

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Días después, Alec estaba sentado, sus codos apoyados en la mesa, mientras veía a Magnus cocinar.

Su vientre completamente abultado, con sus hijos removiéndose felices. Después de más de siete meses de embarazo, había aprendido a reconocer incluso la forma y los momentos en que Max y Elara elegían para moverse. O cuando estar quietos.

Ahora estaban felices.

Igual que Alec.

Igual que Magnus.

Magnus estaba sonriendo, contoneando sus caderas al ritmo de la música, mientras revolvía alguna mezcla que olía dulce.

Alec se dijo que estaba sonriendo por el olor de lo que sea que fuera a preparar y no por ver a Magnus bailar y tararear la canción.

Tu piel y mi piel... 🎶.

Alec suspiró y cerró sus ojos un momento, recordando qué tan cerca estuvieron hace unos días, frente a frente, con las manos en el cuerpo del otro, mirándose, sintiéndose, respirándose. Se había sentido tan correcto el calor y el peso de la mano de Magnus en su vientre. Y la suya sobre la piel del hueso afilado la cadera de Magnus cuando éste se removió -debido a las cosquillas- y la ropa se levantó, dejando el contacto piel con piel.

Tu piel y mi piel, como decía la canción.

...ves que se reconocen 🎶

Los párpados de Alec se deslizaron de nuevo cuando sus hijos se quedaron quietos, justo a tiempo de ver a Magnus sacar la cuchara con la que removía la mezcla y llevársela a modo de micrófono. Su voz, una voz como arrastrada por un viento lejano, suave, dulce, lo hizo estremecer.

-Es la memoria que hay en nuestros corazones -cantó Magnus, sus ojos cerrados, y una expresión de dicha total que luchaba por traer un recuerdo a Alec.

Porque puedo mirar el cielo, besar tus manos, sentir tu cuerpo, decir tu nombre, y las caricias serán la brizna que aviva el fuego de nuestro amor 🎶

De nuestro amor.

El corazón de Alec se aceleró y luego comenzó un nuevo ritmo. Su cuerpo parecía tomar decisiones propias, caminó hasta Magnus que apenas abría los ojos. Había una mancha de aquella mezcla dulce cerca de sus labios, una mancha que atraía la mirada de Alec mucho más que si fuera brillante y de un color llamativo.

Su mano tembló cuando la extendió hacia el rostro de Magnus. Su índice recorrió el contorno de su labio inferior, su mirada recorrió el camino.

Y una imagen llegó.



CONTINUARÁ...

La canción es Luz de día 🎶❤

Hijo de la luna (Malec Mpreg)Where stories live. Discover now